El P.Angel me remite estos comentarios al Evangelio del pasado domingo, segundo del tiempo ordinario.
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PROGRAMA
DE RADIO SANTA ROSA
ESTE
ES EL DIA DEL SEÑOR
Domingo Segundo del Tiempo Ordinario
Domingo
19 de enero del 2014
EL
EVANGELIO ALEGRA EL DOMINGO EN RADIO SANTA ROSA
ABEL.- Buenas tardes, amigos. En este domingo
vamos a acercarnos a Jesús al que su
primo Juan el Bautista lo presenta como el Cordero de Dios…
Bienvenido P. Ángel….
P.
ANGEL.- Buenas tardes,
amigo Abel y amigos radioyentes….Antes de que leas el evangelio de este
domingo, te cuento Abel que en estos
domingos de atrás hemos celebrado con gozo y alegría los misterios de la
Navidad del Señor y de su Epifanía. Pero ahora, amigo Abel, empezamos a
celebrar lo que llamamos “tiempo ordinario”, porque ya no hay tiempos solemnes
especiales…Aunque si te soy sincero, Abel, y amigos oyentes, en realidad, no
hay ningún domingo ordinario; ninguna eucaristía es ordinaria, cada fracción
del pan es un acontecimiento extraordinario..
Pero, bueno, Abel, abre la biblia y lee
el evangelio de este domingo.
ABEL.- Evangelio.- Jn. 1,
29-34: “Este es el cordero de Dios”
P.
ANGEL.- Amigos,
podríamos decir que éste domingo recoge los ecos de la Epifanía o manifestación
de Dios. Recuerden que Juan no sólo bautizó a Jesús, sino que dio testimonio de
él. No podía callar lo que había visto y oído. Juan fue profeta que anunció la
llegada del Mesías, fue el primero que reconoció al Ungido de Dios y fue el
primero que lo presentó y manifestó. Por eso fue el primer gran testigo, como
sería el primer mártir.
Pero volvamos amigos al evangelio de hoy
en el que ciertamente pasamos a
contemplar el inicio de la vida pública de Jesús de la mano del evangelista san
Juan.
El
pasaje consta de un monólogo de Juan Bautista en el que nos presenta a Jesús.
Así vemos como el testimonio de Juan
comienza y termina con una afirmación sobre Jesús. Lo primero que dice sobre él
es que es el “cordero de Dios”. La afirmación del final es más clara y rotunda:
“Es el Hijo de Dios”. Y es que amigos, recuerden que Juan Bautista fue
descubriendo progresivamente a Jesús como el enviado de Dios y, a partir de
este descubrimiento, encontró su misión.
El Evangelio de hoy, así amigos, yo diría que
resalta “al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Asi vemos
como Juan el Bautista tiene la capacidad
espiritual de descubrir en Jesús la persona que lucha a brazo partido contra la
maldad y la coloca a sus pies. Recuerden que en la tradición judía el “cordero”
es un símbolo pascual: evoca la liberación de Egipto. Jesús, como cordero
inmolado en la cruz, nos redime, nos reconcilia y nos invita a vivir al estilo
pascual que consiste en ser personas renovadas según el Evangelio.
Y es que,
queridos amigos, que tanto ayer
como hoy recuerden que seguir a Jesús comporta romper con el “pecado del
mundo”, con ese modo de pensar y de vivir, infiltrado en nuestros ambientes,
que no va con el Evangelio y que es como un veneno que nos intenta contaminar.
Ante esto, yo diría que los cristianos no tenemos un proyecto mejor por
el que luchar, que el revelado por Jesús. Su persona y su mensaje están
cargados de razón suficiente para seguir los pasos de Jesús. Así, amigos,
recuerden que todos estamos llamados a ser testigos como el Bautista que supo
incluso invitar a sus propios discípulos que siguieran a aquel que “había
pasado junto a ellos”. Y, claro, ya
sabemos lo que ocurrió: “Fueron, vieron
donde vivía y se quedaron con él”.
Recordemos así, amigos, que ésta es la hora de Jesús pero también es
la hora de los cristianos. Y aquí así con toda confianza, les diría amigos que
ni los problemas, ni los sufrimientos
pueden impedirnos que cumplamos nuestra misión de apóstoles de Cristo.
Yo creo que nuestra comunidad cristiana en nuestra parroquia o colegio
hoy debe saber presentar a los demás
hermanos al que quita el pecado del
mundo. Son las Buenas Nuevas que trae Jesús.
CANCION.- BUENAS NUEVAS PA
MI PUEBLO.
ABEL.- Padre,
veo en el Evangelio de hoy como Jesús insiste en el Bautismo en el Espíritu.
Podría usted explicarme ¿Qué significa ese bautismo en el Espíritu?
P. ANGEL.- Para dar respuesta a tu pregunta, piensa
amigo Abel, que en el transfondo del evangelio de hoy hay dos grupos: unos los
seguidores de Juan el Bautista y el otro, los seguidores de Jesús. Y así te cuento, Abel que algunos ambientes
cristianos del siglo I tuvieron mucho interés en no ser confundidos con los
seguidores del Bautista…Y sabes, Abel la diferencia según ellos era
abismal…Pues los “bautistas” seguidores de Juan vivían de un rito externo que
no transformaba a las personas...Y ese rito era un bautismo de agua. Pero los
cristianos, por el contrario, se dejaban transformar internamente por el
Espíritu de Jesús…
Y
así amigo, Abel, piensa que el
movimiento de Jesús no se sostiene con doctrinas, normas o ritos vividos desde
el exterior. Es el mismo Jesús quien ha de bautizar o empapar a sus seguidores
con su Espíritu. Y es precisamente este espíritu, el que los ha de animar,
impulsar y transformar…Así, Abel está claro, sin este bautismo del espíritu no
hay cristianismo ni Iglesia…
ABEL.- Y dígame ahora,
padre Ángel, ante esa radicalidad que Jesús nos plantea: ¿Cómo vivir nuestra fe
cristiana a la luz del Espíritu de Jesús?
P.
ANGEL.- Pues muy
sencillo, amigo Abel…Hay que dejar de lado la hojarasca de la fe, quizás tanto
rito y tradición sin sentido y sin espíritu, y acercarnos más al Espíritu de
Jesús que es el Espíritu de Dios…Quizás muchos piensen que la fe está sólo en
las estructuras de la Iglesia, en sus ritos, mandamientos y leyes…Pero no es
así. Ciertamente todo ello es signo y manifestación de la fe, pero la fe es
algo más, que incluso no está ni en los
documentos del magisterio ni en los libros de los teólogos…
Recuerda amigo Abel que la única
fe real es la que el espíritu de Jesús despierta en los corazones y en las
mentes de sus seguidores….Piensa así, amigo en esos cristianos sencillos y
honestos del campo o de la ciudad…Ellos son de intuición evangélica y corazón
compasivo, son los que de verdad “reproducen” a Jesús e introducen su Espíritu
en el mundo…Ciertamente ellos son lo mejor que tenemos en la Iglesia.
ABEL.-
Pero yo diría padre Ángel que hoy hay mucha gente que no conocen esa fuerza del
Espíritu y viven una religión de cansados y aburridos… ¿No cree usted padre?
P.
ANGEL.- Pues
desgraciadamente, amigo Abel, tienes razón y es cierto que hay muchos
cristianos que no conocen por experiencia esa fuerza del Espíritu de Jesús…Y yo
diría que se conforman a vivir una religión de segunda mano…Ellos no conocen y
aman a Jesús. Sencillamente creen lo que dicen otros…Su fe consiste en creer lo
que dice la Iglesia, lo que enseña la jerarquía o lo que escriben los
entendidos, aunque ellos no experimenten en su corazón nada de lo que vivió Jesús…Y claro, pues, para esas personas es lógico que con el
correr de los años, su adhesión al cristianismo y a la Iglesia se va
disolviendo… Hay que tener hoy la valentía de CREER EN JESUS…
CANCION:
CREO EN JESÚS
ABEL.-
Entonces, dígame padre Ángel, ¿Qué necesitamos hoy los cristianos para
transformar el mundo a la luz del Espíritu de Jesús?
P.
ANGEL.- Yo diría, Abel
que lo primero que necesitamos hoy los cristianos no son solo los catecismos
que ciertamente definen correctamente la
doctrina cristiana ni tampoco solo las exhortaciones de la Iglesia que precisan
con rigor las normas morales…Pues solo con eso no cambian ni se transforman las
personas…Sabes, Abel, yo diría que hay algo y más decisivo que hoy
necesitamos…Y ¿sabes que es?..:Pues sencillamente, volver a narrar en las comunidades cristianas la
figura de Jesús…hay que ayudar a los creyentes a ponerse en contacto directo
con el Evangelio…hay que enseñar a conocer y amar a Jesús…hay que aprender
juntos a vivir con su estilo de vida y con su espíritu….
Y es aquí, amigos, donde
me detengo para recordarles que recuperar hoy el Bautismo de Jesús es una
asignatura pendiente para La Iglesia….Por ello el Papa Francisco insiste en
dejarnos llevar por el espíritu de Dios, salir a la calle donde como el mismo
dice: “Jesús no tiene casa pues su casa es la gente; somos nosotros; su misión
es abrir a todos las puertas de Dios, ser la presencia amorosa de Dios”.
ABEL.-
Padre, tras recordarnos al Papa Francisco, disculpe que vuelva al texto
evangélico de hoy... Y así tras leer el evangelio de este domingo le confieso que aún no veo con claridad la
diferencia entre el bautismo de Juan el Bautista y el bautismo de Jesús.
P.
ANGEL.- ¡Ay, Abel!...ya
te lo expliqué el domingo pasado, pero te lo vuelvo a explicar para que lo
comprendas…
Mira Abel, los cuatro evangelistas se
esfuerzan por diferenciar bien el bautismo de Jesús del bautismo de Juan. No
hay que confundirlos. Así, piensa que el
bautismo de Jesús no consiste en sumergir a sus seguidores en las aguas de un río…Jesús sumerge a los suyos en el
Espíritu Santo….El evangelio de Juan lo dice de manera clara…Jesús posee la
plenitud del Espíritu de Dios, y por eso puede comunicar a los suyos esa
plenitud…Así, amigo Abel, piensa que la gran novedad de Jesús consiste en que Él es el Hijo de Dios y que
puede bautizar con Espíritu Santo…De este modo, recuerda que El Espíritu de
Jesús no es un baño externo…Es un baño interior para penetrar, empapar y
transformar el corazón de la persona…
ABEL.-
Y finalmente, dígame P. Ángel: ¿Cómo es ese Espíritu nuevo de Jesús que todos
recibimos en el bautismo? Y ¿qué significar dejarnos bautizar por ese espíritu
de Jesús?
P.
ANGEL.- El Espíritu de
Jesús es en primer lugar, espíritu de vida...Por eso, dejarnos bautizar por
Jesús significa acoger su espíritu como fuente de vida nueva.
El Espíritu de Jesús es también Espíritu
de verdad…Dejarnos bautizar por él es poner verdad en nuestro cristianismo…No
dejarnos engañar por falsas seguridades…Abandonar caminos que nos desvían del
evangelio.
El Espíritu de Jesús es también Espíritu
de amor...Esto significa que su espíritu es capaz de liberarnos de la cobardía
y del egoísmo de vivir pensando solo en nuestros intereses y nuestro
bienestar…Dejarnos bautizar por él es abrirnos al amor solidario, gratuito y
compasivo.
Pero el Espíritu de Jesús es también espíritu
de conversión a Dios...Dejarnos bautizar por él significa dejarnos transformar
lentamente por él... Es aprender a vivir con sus criterios, con sus actitudes,
con su corazón y su sensibilidad hacia
quienes viven sufriendo…
Y finalmente amigos, recuerden que el
Espíritu de Jesús es Espíritu de renovación…Y dejarnos bautizar por él es
dejarnos atraer por su novedad creadora…Recuerden que El puede despertar lo
mejor que hay en la Iglesia y darle un corazón nuevo, con mayor capacidad de
ser fiel al Evangelio.
Que El Espíritu de Jesús nos bendiga y
acompañe a todos.
Adiós Amigos.
Ángel García
Rodríguez. Trinitario. Lima. Perú
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