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En Mayo de 2008 publicaba en este blog una entrada titulada
El Rosario «trae paz y reconciliación», donde el Papa Benedicto XVI recordaba que «El santo Rosario no es una práctica relegada al pasado» sino que es una oración que «trae paz y reconciliación», y añadía: «Hoy juntos confirmamos que el Santo Rosario no es una práctica relegada al pasado, como oración de otros tiempos en la que pensar con nostalgia». Recordó también que: «esta oración ayuda a poner a Cristo en el centro, como hacía la Virgen, que meditaba interiormente todo aquellos que se decía de su Hijo, y lo que Él hacía y decía».
También decía una cosa importante, y revelada a mi alma ya hace algunos años. Siempre me había parecido la oración del santo Rosario, algo superficial, e incluso hubo una época en mi vida en que combatí contra el Rosario, sin embargo, supe después que la clave estaba en "el modo" de rezar el Rosario, y que esta oración tiene unas connotaciones especiales, que me daba la sensación en general que no se estaba cumpliendo en las iglesias en donde rezaba el Rosario. Me parecía a mi, que se rezaba de un modo apresurado y falto de devoción y espíritu, y que a mis oídos sonaba como una oración mecánica que podía dejar dormido en el banco de la Iglesia a más de uno. A veces incluso observaba con curiosidad para ver el efecto que producía el rezo en algunas personas, y si bien, algunas parecían estar metidas en ella, otras, tal vez las más, las notaba dispersas, atentas al más mínimo movimiento, y rezando al mismo tiempo que giraban sus cabezas para ver quien llegaba o incluso hablando con alguien. Yo me esforzaba por concentrarme en la oración pero me era difícil a veces, y no me gustaba eso. El Papa Benedicto XVI habló de esto, tal y como publiqué en 2008 en la entrada que he mencionado arriba, diciendo: «el Rosario, cuando se reza de modo auténtico, no mecánico y superficial sino profundo, trae paz y reconciliación. Contienen en sí la potencia sanadora del Nombre santísimo de Jesús, invocado con fe y con amor en el centro de cada Avemaría»
Se siente uno muy reconfortado cuando alguien te confirma que tus sensaciones y tus pensamientos no eran incorrectos, y si es el Papa, la satisfación y la sensación de sentirse cerca del Espíritu de Dios es grande y trae mucho gozo.
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