Ahora bien, gracias a Dios, a mi no me engañáis.
Si observo este horrible folleto publicitario que amablemente han puesto hoy en mi buzón, se puede ver a dos personas adultas haciendo el bobo. Y es que esto de los dientes ya no es lo que era. Ahora aparte de los dentistas de toda la vida existen otros dentistas, ahora la antaño profesión de odontólogo se ha convertido en un negocio usando la estrategia de marketing de otro tipo de hienas sin piedad, los bancos, y la prueba la tienen en el folletito este. Aquí en esta empresa, tienen "tarifa plana" como mi compañía de televisión por cable.
Esto es como todo. Lo que a mi me gusta en un médico es su profesionalidad pero ante todo su humanidad. ¿Y donde está la humanidad en este folleto? Yo sólo veo un gancho publicitario y una mentira. La mentira es hacer creer a la gente que la vida prácticamente depende de que tengas los dientes bien puestecitos y blanquitos, pero no para comer, no. ¡Para sonreir!. Y la sonrisa no como expresión de felicidad, no. La sonrisa como vacileo, de mira que guapo o guapa soy, y que joven soy, en un simple culto al cuerpo y expresión de vanidad.
¿Cómo hemos podido vivir tanto tiempo sin vosotros?
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