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30 de agosto de 2009

La oración de Jesús

Poco antes de su pasión, el Señor se encontraba con los once apóstoles, ya que Judas se había merchado para hacer lo suyo. Jesús estaba a punto de atravesar el puente al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto. Jesús habló varias cosas a sus discípulos, y luego hizo una oración al Padre en la que hizo varias peticiones que nos conciernen a todos nosotros, los que creemos en El.

Leyendo el pasaje del Evangelio de San Juan, cap.17, 1-26, extraigo las siguientes peticiones de Jesús al Padre celestial.

Estas fueron las peticiones:

1º Que de la vida eterna a los que Dios le había dado.
2º Ruega por ellos, no por el mundo. Y por todos los que creeran por la predicación de ellos para que Dios los cuide.
3º Que tengan su misma alegría
4º Que los guarde del Maligno.
5º Que los santifique
6º Por la unidad de todos los cristianos
7º Para que puedan estar un día junto a El, en la gloria del cielo.


La vida eterna consiste en conocer a Dios, el único Dios verdadero , conociendo a su vez a su enviado, Jesucristo (Jn 17, 3), que es su Hijo (Jn 17,1), que procede del Padre (Jn 16,27).

La palabra del mundo procede del Maligno, pero sólo la Palabra de Dios procede de la verdad. Sólo por medio de la verdad podemos ser santificados. (Jn 17, 17). La Palabra de Dios es la verdad.

La unidad de todos los cristianos consiste en que todos escuchemos la palabra de aquellos que han creído en Jesús antes que nosotros, estos son los Apóstoles, para que de esta forma nosotros también creamos en Jesús (Jn 17,20).

La unidad de los cristianos es fundamental para que el mundo crea en Jesucristo. (Jn 17,23). La unidad debe ser perfecta. A más divisiones, más dificultad para que el mundo crea. Cada cristiano debe desear la unidad, orar y evangelizar por la unidad y porque acabe el escándalo de las divisiones entre cristianos. En cada Misa pedimos a Dios por la unidad. Cada año celebramos el octavario por la unidad de los cristianos. La unidad se debe trabajar también desde dentro, en fomentar y concienciar del sentido de pertenencia a la ÚNICA IGLESIA de CRISTO, en vez de a un determinado grupo o movimiento. Debemos dar ejemplo. No se trata de que no existan grupos dentro de la Iglesia, sino que los miembros de los grupos no se crean que su grupo es mejor que otro, o que crean que son más importantes, o que crea que el otro no vale o está mal y lo suyo está bién, o que miremos diferente al que no piensa igual que nosotros, o no está en el mismo grupo que nosotros. Eso engendra contiendas, envidias, rencores, difamaciones, críticas, y no procede del amor, eso no viene de Dios.

En cuanto a los hermanos separados, ellos deben llegar a comprender que la verdadera IGLESIA debe tener una sólo fe, un sólo bautismo y una sóla enseñanza, y que el Papa es vínculo para esa unidad. Porque Jesús encargó a Pedro la tarea de pastorear un único rebaño.

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