Seguidores

30 de junio de 2019

HOMILIAS DE CATEDRÁTICOS

No hay comentarios:
Mi observación acerca de ciertas homilías de sacerdotes diversos a lo largo de los años, me llevan a coincidir con lo que afirma el padre -------. Me da la sensación de que algunas veces algunos sacerdotes se pierden demasiado en hablar en plan catedrático o profesor de ciencias aunque sean religiosas. A veces he observado hasta bordear la herejía si no a yo creer que la ha alcanzado, cuando el sacerdote se pierde en explicación demasiado técnica y catedrática. A veces algunos optan por no hablar ni de las lecturas de la Misa, y en otras, el enfoque es totalmente alejado del corazón de Cristo, el Evangelio o la Palabra de Dios en general y va más enfocado al buenismo más típico de una O.N.G. y al humanismo sin Cristo. No critico a los sacerdotes, simplemente advierto y exhorto a que si alguno tiene la tentación, desista de ella, porque el pueblo de Dios es más sabio a veces de lo que parece, y enseguida nota si lo que habla el sacerdote es más suyo que de Dios. Enhorabuena padre por su exposición.

Ser buena persona

No hay comentarios:
Ser buena persona. A la mala se la conoce también por sus frutos. Ser misericordioso, compadecerse del dolor y el sufrimiento y la debilidad del amigo o del que se cruza en nuestra vida, deseo de ayudarlo. La dureza de corazón de los otros puede afectar al nuestro. Como las espinas de la cabeza de Jesús en su hora. Ser buena persona, no buscar hacer daño a nadie. No maquinar venganzas. Sufrir en silencio el desprecio de los demás o la ausencia de cariño y calor de nuestro prójimo o quejarse solo con la finalidad de hacer ver al otro su error.

Pasar por el mundo haciendo el bien

No hay comentarios:
Pasar por el mundo haciendo el bien, es decir, no hacer lo malo a nadie. Ser justo con el prójimo en nuestro trato. A nadie le gusta recibir males de los demás, ni ser juzgado o criticado injustamente. Como Jesús, ayudar a todo el que reclama nuestra ayuda, aunque a veces Jesús no podía ayudar, como ocurrió en Nazaret. Puede ser por falta de fe del otro, puede ser que el otro rechace el bien como les ocurrió a muchos fariseos religiosos de su época. Pero el enfoque es positivo, lo importante es enfocarse en vivir la vida que Dios nos regala, haciendo el bien en todas las situaciones posibles. Marcando la diferencia con el mal, y evitando las ocasiones de hacer el mal o rechazando las tentaciones de hacer lo malo, porque hemos sido creados para hacer el bien aunque tengamos libertad.

para nuestros adentros. ¿Que vemos al mirar? ¿Vemos defectos, vemos errores, vemos virtudes y cosas buenas? ¿Vemos pecados? ¿Tenemos conciencia de lo que es un pecado? Conforme cumplo años, me voy dando cuenta que la vida de una persona está completamente tejida por las distintas vivencias, sensaciones, experiencias, fracasos, éxitos, traumas. No hay nadie, en mi opinión que se libre de eso. Pero llego a la conclusión de que Dios ya contaba primero con que todo en nosotros se desarrollaría así con nosotros. El conoce cada célula de nuestro cuerpo, cada átomo de nosotros, ya que nos ha creado. Los que no terminamos de conocer somos nosotros. Siempre hay margen de mejora, pero Dios nos debe conducir a ella. No podemos hacer nada por nosotros mismos sin El. A veces, como las semillas que se siembran en la tierra, el resultado no es inmediato (nunca lo es), pero es que Dios lo ha ordenado así. Lo natural es que el resultado no sea inmediato, sino que el crecimiento sea progresivo siempre que se vayan dando las condiciones óptimas para la persona. ¿Nos creemos los mejores? Bueno, esa pregunta tiene también una respuesta compleja y difícil. También se puede caer en la falsa humildad de negar que somos los mejores, pero en nuestro interior creerlo. Y honestamente creo que en la vida existen mejores y peores (en referencia a lo que hacemos a los demás), porque lo he visto y lo he experimentado. Y es hasta posible que uno crea acertadamente que es mejor que otra persona concreta en algunas facetas, pero por razón de las envidias y de los celos podemos llegar a ser falsos humildes, y negar que tenemos bondad (por Gracia de Dios). Lo importante a mi juicio es tratar con toda la voluntad, ser honestos. Pero el punto de referencia de la honestidad es Cristo, así que hay que mirar constantemente a El.

PONER LA OTRA MEJILLA

No hay comentarios:
Observando el modo de actuar de Jesús, podemos llegar a comprender muchas cosas. Jesús es el mismo ayer, hoy y por siempre, y sigue queriendo la cura del necesitado. Pero como se ha dicho, es imprescindible reconocerse necesitado de sanación.

Desde muy joven he tenido la certeza de que la violencia engendra un acto igual o peor del otro, y Jesús nos lo enseña así. Eso no significa que uno no pueda caer alguna vez en algún exceso. No dar mal por mal. Es decir, responder positivamente a quien te agravia. No dice Jesús que sea sencillo lograrlo siempre y en toda situación, sólo dice que es lo que tenemos que hacer. Tampoco dice Jesús que no vamos a sentirnos interiormente mal cuando nos agravian. Veo que Jesús tenía dos formas: poner la otra mejilla, como se ha explicado, y cambiarte de orilla para evitar males mayores. En unas ocasiones será más pedagógico y beneficioso lo primero, y e en otras, lo segundo. Lo que hay que evitar el abofetear al que nos abofetea.

SER LUZ

No hay comentarios:
Ser luz para los demás, es hacer las cosas bien, dar un buen ejemplo, ser pulcros y ordenados en nuestro proceder. Porque si predicamos y resulta que luego no nos ven, o no lo perciben, o no lo notan, entonces es que a lo mejor no hay luz. Ahí lo dejo, es más una reflexión que me hago a mi mismo.

SER TESTIGO...DE JESUS

No hay comentarios:
No puedo estar más de acuerdo con la reflexión. Es más, como no creo en la casualidad, justo ayer le decía a mi mujer algo que a lo mejor va a picar si lo cuento aquí, pero allá voy, no es mi intención ofender a nadie sino marcar una REALIDAD. Ciertamente es una visión exagerada la mía, pero no carente de VERDAD en mi percepción.
Decía esto: "Llevo años buscando a cristianos y no los veo". Lo decía francamente enfadado y molesto tras vivir una situación (otra más), a través de internet. Es posible que aquella persona con la que me sentí molesto (párroco en una parroquia para más señas,pero podría haber sido un seglar, da igual), tenga virtudes y haga obras buenas, pero el caso es que yo en mi conversación NO LE VÍ. Es decir, no vi en ningún sitio al TESTIGO DE JESÚS. Además, su modo de hablar en otras situaciones en la red, hace que parezca muy gracioso y saca las sonrisas de sus amigos, pero no me parece apropiado que un sacerdote o un seglar diga expresiones como "eso es una caca" o "me importa un mojon". ¿Me van comprendiendo? A mi mismo me trató de una forma que de no haber sabido yo previamente que era sacerdote, hubiera pensado que era alguien más del mundo. No hay diferencia porque a CRISTO NO SE LE VE. A lo mejor les gusta mucho a algunos, pero a mi no me parece ese un ejemplo. En eso no.

¿Y que sentido tiene reflexionar y "revelar" aquí todo esto? Pues, aspiro a que mi reflexión pueda ser compartida con otros cristianos, y si es que creen que hay VERDAD en lo que digo, pues ayudar así a nuestra Iglesia que está muy maltrecha. 

Predicar el Evangelio y la Doctrina de la Iglesia es una cosa, y ser TESTIGO DE JESÚS otra. Si lo segundo no está adecuado a lo primero, malos testigos seremos.

En cuanto a mi, efectivamente, también creo que debo mejorar en ese testimonio VERDADERO, pero tengo la certeza que estoy en ello y con eso me basta.

HACER LO QUE AGRADA A DIOS

No hay comentarios:
Conforme cumplo "días" de vida, me voy dando cuenta que el secreto de la vida cristiana (al menos así lo veo yo), está en TRATAR DE NO HACER MAL A NADIE como punto de partida, para enfocarse en HACER TODO EL BIEN QUE UNO PUEDA. 

Hacer las cosas bien es hacer las cosas lo mejor que uno ha podido también, porque la persona ha puesto sinceramente TODO lo que tenía en ese momento, y yo entiendo que eso es HACER LO QUE AGRADA A DIOS.

Se puede no haber llegado a la "perfección" que nos pide Cristo en determinadas conductas o áreas de la vida, pero el hecho de estar totalmente consciente de QUERER hacer lo AGRADABLE a DIOS, a mi me está siendo más que suficiente en esta fase de mi vida.

Y sobre todo una máxima evangélica que siempre tengo delante es esta: "El que no es fiel en lo pequeño, no lo puede ser en lo grande". De forma, que si uno se enfoca en hacer las cosas pequeñas lo mejor que puede, será más fácil lograr cotas mayores, y por tanto entiendo que eso AGRADA A DIOS.

La Palabra Viva

No hay comentarios:
Sin duda debemos incorporar a nuestra vida, no ya la lectura del Evangelio como unos textos con hechos históricos y bonitos en unos casos y desagradables en otros pero que no nos aportan más que unas emociones temporales que pasan al soltar el libro o en las horas siguientes, sino como una Palabra Viva que es, el mismo Cristo hecho carne que habitó entre nosotros y ahora está con nosotros cada día hasta el fin del mundo, en la Eucaristía.

Ser conscientes de que esa Palabra Viva nos debe nutrir, y para ellos como dicen los especialistas en nutrición, es buena la masticación lenta.

ATAQUES A LA IGLESIA

No hay comentarios:
Con respecto a la festividad de San Pedro y San Pablo, los dos grandes apóstoles de la Iglesia, columnas de la misma, creo que es una de las festividades importantes de la Iglesia, porque nos recuerda lo importante de la Misión de PEDRO, la cual hoy en día niegan ateos, agnósticos, protestantes y por supuesto las sectas.

Todos ellos de un modo u otro combaten contra la figura de PEDRO, representada hoy en FRANCISCO. Y lo hacen porque satanás sabe, creo yo, que atacando a PEDRO y por ende a su sucesor, se ataca a la IGLESIA.

Lo más triste de todo es que los ataques vengan también a veces desde dentro de LA IGLESIA CATÓLICA. Esta festividad nos recuerda también que la Iglesia Católica fue fundada por JESÚS y no por cualquier hombre, como es el caso de todas las demás. Y por eso también se la ataca.

Finalmente: es bueno rezar por el Papa. Es bueno tratar de no criticar al Papa, y si hubiera algo que vemos que no nos gustase, hacer como María: guardar las cosas en el corazón.

Ciertamente el Papa es hombre y es humano, pero seamos conscientes de la ENORME RESPONSABILIDAD que cae sobre sus hombres, y apoyemos.

SOBRE LA CONVERSIÓN

No hay comentarios:
Muchas veces tal vez damos ciertas cosas relativas a la fe por supuestas. Podemos llegar a confundir el saber con el vivir. Hemos oído tantas veces a lo largo de la vida ciertas frases y expresiones como "CONVERTÍOS", o "REINO DE LOS CIELOS", y podemos estar tan habituados a que "nos suenen" que se pierda la perspectiva de lo que realmente SIGNIFICAN las palabras.

Por ejemplo: ciertas situaciones de rencores permanentes que duran años denotan que en nosotros no se ha producido una CONVERSIÓN determinada. Las antipatías que sentimos, cerrar nuestro corazón a esa persona a la que ya puedan hacer siete años que conocimos pero que aún cuando la vemos seguimos igual. No cambiamos nada, y lo peor es que NO CREEMOS que deba cambiarse nada. A veces hemos llegado tan lejos en nuestra falta de CONVERSIÓN que hemos matado literalmente al otro en nuestro corazón, cerrando toda oportunidad de reconciliación. Sencillamente no nos interesa. Estamos en otra cosa. Estamos por encima de la otra persona. Ya la hemos superado y hemos pasado página. No hay ni un mínimo resquicio para la oportunidad, no hay la más mínima compasión, no hay más que rechazo en nuestro corazón. ¿Eso agrada a Dios?

Luego, podríamos aparentar ser religiosos, ser "devotos" de una determinada imagen o práctica piadosa, pero si todo eso NO NOS SIRVE para CONVERTIRNOS, no quisiera tener que mencionar aquel Salmo donde la Palabra de Dios advierte que a EL le molestan hasta nuestros inciensos. A eso podríamos añadir cada cual su realidad. A uno le gustaran las flores, a otros la velas, a otros las músicas, a otros los rezos...

Pero está bastante definido por la PALABRA DE DIOS, que sin CONVERSIÓN el REINO DE LOS CIELOS no puede entrar en nosotros, y tampoco podemos nosotros llevarlo a los demás.

Todo el mundo cree saber lo que le conviene al otro, pero ¿SABEMOS LO QUE NOS CONVIENE A NOSOTROS?

• "Y no lo recibieron en una de las aldeas de samaritanos"

No hay comentarios:
Y dice el Evangelio de hoy que lo hicieron porque lo identificaron por su aspecto.
Claramente esto me dice lo TRISTE que resulta catalogar a las personas sin más. Hacer un juicio de valor sobre alguien sin conocerle, simplemente por "lo que me parece", sin más profundidad. A veces tenemos hecho un criterio preconcebido sobre las "cosas" y es como una regla que aplicamos por sistema a todo el que se salga de nuestro criterio preconcebido o arraigado durante tantos años en nosotros.
Eso entronca con la CONVERSIÓN, en mi opinión. Sin CONVERSIÓN no hay cambio, y sin cambio seguimos instalados día tras día en lo mismo que nos hace tropezar. Nuestro criterio preconcebido de las cosas, por el cual podemos poner piedras de tropiezo a los demás.

Ayer me decía una persona sabia, que a veces las personas ponen piedras en el camino para impedir avanzar, y que el problema no lo tiene el que no puede avanzar por la piedra, sino el que la pone para obstaculizar, porque al final de la vida, todos tendremos que dar cuenta a Dios de si fuimos piedra de tropiezo o quisimos avanzar y ayudar a avanzar y no nos dejaron.

La reflexión que propongo es esta: ¿Eres piedra de tropiezo para los demás, o eres de los que buscan avanzar y construir?

12 de junio de 2019

1 Corintios:LAS DIVISIONES

No hay comentarios:
La Primera epístola de Pablo a los Corintios fue escrita en Éfeso, donde, según Hechos 20.31, Pablo vivió tres años, probablemente entre el 54 y el 57. Mientras estaba allí, los creyentes de la congregación le hicieron llegar, posiblemente por conducto de Estéfanas, Fortunato y Acaico (cf. 16.17), algunas consultas, a las que respondió con la presente carta.
Corinto se situaba en Grecia.
1
Pablo, apóstol de Jesucristo comienza en su primera carta a los Corintios dirigiéndose a una comunidad cristiana que tiene por un lado unos cuantos miembros que viven verdaderamente dando testimonio con su vida, de la fe en Jesucristo, pero también hay unos hermanos a los que amonesta seriamente. A los primeros les dice algo así como que han alcanzado tal nivel cristiano que no hay nada que decirles. A cada cual según su medida, porque la perfección (entiendo yo), no se trata de que cada uno llegue al mismo sitio, sino de que cada uno llegue a lo máximo que pueda. (LEER 1 Corintios: 1: 1-9)
Sin embargo hay algunos hermanos que se empeñan en vivir como no quiere Dios. Están continuamente generando divisiones entre ellos. Pablo les indica cual es su problema concreto: "No son unánimes en el hablar", es decir, cada uno persigue objetivos diferentes y así nunca se ponen de acuerdo. "No están unidos en una misma mentalidad", es decir están divididos en grupitos enfrentados entre sí. "No están unidos en un mismo juicio", es decir, cada uno tiene una solución pero no llegan a ningún sitio porque no buscan la unanimidad. Pablo dice que con motivo de eso, existen discordias continuas, y han llegado a dividirse en bandos dentro de la misma comunidad, en la que cada cual apela a su líder. Unos afirman ser de Pablo, otros de Apolo, otros de Cefas, e incluso para remate del tomate, otros dicen ser de Cristo (pero con discordias no se es de Cristo).
La solución que les da Pablo es la siguiente y no hay otra: "estad unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio". (Leer 1 Corintion 1:10-13)
Alguno dirá que eso es imposible. Yo digo lo siguiente: es imposible cuando ni se intenta. Es imposible cuando ya estamos instalados en el enfrentamiento continuo. Es imposible cuando vemos al hermano como un rival o un enemigo. Pero al principio del capítulo, Pablo si les dice a algunos que ellos si lo están logrando, por lo tanto, si es posible.

2
Hablaba ayer de las discordias entre hermanos que sucedieron en la comunidad cristiana de los Corintios, y de como Pablo les instaba a que dejaran sus enfrentamientos internos, de los cuales se producían distintos bandos dentro de la misma comunidad.
Uno de los motivos o el motivo lo cita Pablo en la carta. Se peleaban entre ellos por causa de su propio bautismo, aunque podría ser cualquier otro y de hecho así somos las personas, que si no hay problemas, los buscamos.
Unos habían sido bautizados por distintas personas, y eso les hacía formarse en su mente "un líder" a quien se debían. Unos le debían a Apolo, otros decían que eran de Pablo, y otros decían que eran de Pedro, y otros decían ser de Cristo y nada más.
Cada uno de los grupitos que se iban formando en torno a esta idolatría (poner en lugar de Dios a una persona).
Llegaban incluso a la aberración de dar a Pablo el liderazgo o una preeminencia fuera de toda lógica, aún cuando el mismo reconoce que no había bautizado a muchos de ellos. Incluso da sus nombres para que no haya dudas.
En definitiva, Pablo trata de hacerles ver que no deben poner a ningún hombre en lugar de Dios, ni por muy importante que este sea, y que el fruto de ese pecado es la discordia y la división entre los mismos hermanos de una comunidad.
Esto debería ser meditado frecuentemente en las iglesias, grupos, cofradías, hermandades, etc. Tengamos cuidado y vigilemos ese "Yo soy de...". "Yo estoy con....", porque cuando se hace eso, se está tirando por el camino contrario al que Dios quiere, y luego vienen los lamentos...
Leer 1 Corintios 1: 10-16

3
Como dije en los días anteriores, la primera carta de San Pablo a los Corintios aborda entre otros problemas, el de las divisiones y discordias entre hermanos de una misma comunidad cristiana (llamese hoy Parroquia, grupo parroquial, cofradía, hermandad, ...).
En el capítulo 3 de la carta, Pablo hace una distinción entre personas de un mismo grupo cristiano que explican los motivos de las discordias, aunque ya vimos algo en el capítulo 1.
Para Pablo, hay dentro de la comunidad, miembros que son carnales y actúan como si no fueran cristianos, y miembros espirituales. A los carnales, los compara a los niños, pero en el sentido negativo, es decir, que "su edad espiritual" no les permite recibir de el, más que alimento para niños.
Ya saben lo que comen los niños, la leche materna, el potito, todo bien pasadito y suave, porque no pueden asimilar mas.
Pero para Pablo, esto es sólo una comparativa para explicar el punto de que mientras haya cristianos en una comunidad instalados en las discordias y las envidias, no están actuando como cristianos, sino como humanos en el peor sentido de la palabra. ¿De que les ha valido estar en la Iglesia si viven instalados en la carnalidad y de ahí no pasan nunca?
Y les vuelve a recordar lo del capítulo primero, que es la raiz del problema, que están instalados en hacer bandos y grupitos enfrentados unos a otros. Unos dicen ser de "Apolo", otros dicen que van con "Pablo".
Y Pablo les da una lección de humildad explicándoles detalladamente que el mismo sólo es un "colaborador" en el trabajo de Dios.
El que importa es Dios, no los "Apolo" o los "Pablo" que pasan, y aquellos hermanos que andan a la gresca siempre enfrentados poniendo como excusa que es que son de tal o cual.
Luego dice una cosa terrible, que si la meditaran algunos, sería bueno. Habla del resultado de las obras de aquellos que andan divididos entre si dentro de una comunidad, grupo, cofradía.
Dice Pablo, que sus obras (lo que hacen), será probado por el fuego. ¿Que significa? La Tradición de la Iglesia ha visto en este pasaje de la carta una indicación de lo que es la purificación (el purgatorio). Si se ha sembrado en discordias, al final la obra puede quedar destruida. Dice Pablo textualmente, que su obra quedará "abrasada".
Más sobre esto mañana.
Leer 1 Corintios capítulo 3.

4
En los dos últimos días he comentado el asunto de las discordias entre hermanos, que crean bandos dentro de una misma casa, comunidad, iglesia según el apóstol Pablo les indicaba a los cristianos de Corinto. Y también invitaba a leer directamente la Palabra de Dios para corroborar que lo que digo no lo digo yo. Y ayer me quedé en el interesante tema de que ocurre con nuestras obras, con aquello que hacemos y que creemos a veces que es bueno, y si miramos más profundamente, indica también que ocurre con nosotros mismos, como resultado de lo que somos y hacemos a los demás.
Sobre lo que hacemos (nuestras obras), el apóstol pone un interesante ejemplo: el del que construye una edificación.
Todos nosotros pasamos por la vida construyendo una edificación. Esa es una de las misiones generales de la vida de cada persona. Se comienza como es lógico desde los cimientos, y va hacia arriba.
El primer error que se comete, a mi juicio, es no reconocer a Dios como "el jefe" de la obra.
El apóstol Pablo comienza poniéndose a sí mismo como ejemplo vivo de como deben de actuar los otros. Si uno de nosotros, por ejemplo este que les habla, les dijera como deben de actuar y se pusiera a sí mismo de ejemplo, enseguida saldrían los recelos y las envidias en muchos. Pues es lo que hay. Pablo es un hombre valiente y quiere hacer lo correcto, y lo hace sin importarle las miradas y los comentarios de los recelosos y envidiosos. Precisamente esos son los que están creando el problema en la comunidad de Corinto. Pero hay otros que no son así.
El cimiento de toda buena obra lo pone el mismo Dios, y es Jesucristo. El cimiento se pone una vez y luego se va construyendo a partir de ahí toda la edificación. En el caso de la la Iglesia en general, es así. Su cimiento fue puesto por personas que recibieron la Gracia de Dios para ponerlo. Luego vienen otros y van edificando sobre el cimiento. Esto es válido para todo dentro de la Iglesia: un convento, una Parroquia, una cofradía, un grupo, un movimiento....todo empieza por el cimiento, y si este es Jesucristo, es el correcto.
Entendiendo esto, se puede entender porque una cosa es la intención original de los fundadores de órdenes religiosas que se están apagando hoy, o de parroquias que no marchen bien, o de cofradías que no estén internamente bien, o de movimientos que tienen problemas, etc.
El cimiento podría haber sido el correcto, pero los que vienen después y siguen edificando no lo hacen bien.
¿Y cómo se sabe cuando está bien o no?
El apóstol indica algunos elementos que los edificadores usan para poner sobre el cimiento que un día se puso, y que es Jesucristo.
"oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja,"
¿Cómo se sabe cuando las obras que hacemos están bien hechas o no?
Pues Pablo nos indica que esas obras que hacemos pasaran por una prueba de calidad. Deben pasar, según el, por la "prueba del fuego"
Como ya dije ayer, la Iglesia ha visto en este pasaje, una explicación a lo que es la purificación (el purgatorio). Y yo afirmo que esa purificación no hay que esperarla después de esta vida, que también puede ser, sino ahora.
¿Que hace el fuego? Pues el fuego, quema y destruye, sobre todo la madera, el heno y la paja, en cuestión de segundos.
Nuestras obras pasaran la prueba, y si no están bien hechas, se abrasaran al pasar por el fuego. A peor calidad de nuestras obras, más daño pasará, e incluso puede quedar totalmente destruida. Ahora prueba a quemar el oro a ver que pasa. Y prueba a quemar heno a ver que pasa.
Luego dice Pablo algo interesante: nuestra obra quedará como destruida o literalmente destruida al pasar la prueba del fuego. También el que la haya hecho bien, recibirá recompensa.
Imaginad un túnel ardiendo y debemos pasar por el para probar nuestras obras si son buenas o son de mala calidad. ¿Que ocurre? Pues lo primero es que vas a sentir bastante calor, y a menos que lleves como mínimo un traje ignífugo te vas a quemar tu, pero a veces Dios nos concede el traje ignífugo, eso sí, va a ser una experiencia desagradable pasar por un túnel lleno de llamas.
Cuando se llegue al final del túnel ardiendo, vas a sentirte un poco...y cuando mires tu obras, lo mismo se ha quemado del todo, que lo mismo ha sufrido daños, que lo mismo ha resistido. Ahí sabrá cada uno, si lo que hizo lo hizo bien.
Si Dios me lo dice, seguiré. Todo es por su Gracia para su gloria y para nuestro bien.
Leer 1 Corintios 3

Mi experiencia de Pentecostés

No hay comentarios:
Hoy celebramos el día de Pentecostés. Yo he experimentado literalmente mi Pentecostés el día de mi Confirmación, cuando después de salir de la Iglesia mi madre me llegó a decir literalmente que parecía que estaba borracho. (Ver Hechos 2:13-15). Mi madre obviamente sabía que eso era imposible porque no acostumbro a beber alcohol salvo sidra en Navidad y alguna que otra copa de vino que no me acuerdo ya cuando fue la última. Pero la sensación que yo tenía al salir de la Iglesia era literalmente la de estar "abrumado" por el gozo, y mi madre me dijo eso, y yo me acordé de la experiencia del primer pentecostés, y lo escribí en un libro que publiqué hace algún tiempo.
Aquel día en la ceremonia de la Confirmación que celebró en representación del Obispo, D. Francisco González Gómez yo respondí a unas preguntas, renuncié al mal, y confesé públicamente mi fe. Me comprometí a ser en mi vida a llevar a Cristo a los demás. Realmente yo no soy especial, es que en el Sacramento de la Confirmación todos confesamos lo mismo y prometemos lo mismo, pero yo cuento que me lo tomé tan en serio y estaba tan contento que quizás ese efecto provocó en mi esa "borrachera" de alegría que vio mi madre.
Realmente me sentí lleno y pleno aquel día.
El consejo que doy a cualquiera que se vaya a confirmar o conozca a alguien que lo vaya a hacer, es que realmente se lo tome muy en serio, porque es una experiencia donde Dios lleva la iniciativa y donde nosotros debemos responder con fidelidad.
Por cierto, mi madrina fue mi mujer.