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5 de febrero de 2008

Dios quiere que todos los hombres se salven

¿hace tiempo que te alejaste de Dios y de la Iglesia? ¿Eres tal vez evangélico o de otro grupo, pero te estás dando cuenta de tu error?

¿No sabes que hacer para regresar?

Muy sencillo. Te contaré el camino por el que yo mismo pasé.

Si crees en Dios, y que su Hijo Amado Jesucristo vino al mundo, murió por tus pecados, resucitó al tercer día de entre los muertos, puedes ser salvo. ¿Cómo?

De momento, te sugiero que hables con el Señor ahí donde estás, y le digas algo así:

Dios mío y Señor mío, perdóname por todas las veces que te ofendí. Quiero volver a ti, quiero tenerte en mi vida, quiero que seas el centro de mi vida, mi Señor y Salvador.

Ten por seguro, que Dios te ama, y que si tus palabras salen del corazón sinceramente, tu oración será aceptada por tu Padre del cielo.

A continuación es conveniente que acudas a alguna Parroquia y te reconcilies con Dios y la Iglesia en el Sacramento de la Confesión. No temas, el sacerdote es ser humano como tu, y conoce perfectamente todas las debilidades que tenemos los seres humanos, y no se extrañará de nada de lo que le cuentes, sino que te comprenderá y estará feliz de darte la absolución de tus pecados en el Nombre de Jesucristo. Cómo es la primera vez en mucho tiempo que confiesas, o tal vez no lo has hecho nunca, no te agobies por esto, y díselo así al sacerdote, el te guiará. Ante todo, confiesa que te alejaste de Dios y de su Iglesia, pero deseas volver a la Casa del Padre, y todas las cosas que tu conciencia te muestre en ese momento. Recuerda que tu y el sacerdote estáis delante del Señor, y que el Sacerdote representa al Señor en ese momento, y que ha sido puesto por El, para darte el consuelo que necesita tu alma.

Una vez hecho esto, podrás tener un verdadero encuentro personal con Cristo, tu Señor y Salvador, presente en la Eucaristía. Asiste a Misa en la primera ocasión que tengas después de haber confesado tus pecados, y comulga el Cuerpo y Sangre de Cristo con alegría, ya que esto es prenda de vida eterna para las almas. Haz de este momento, el momento más especial de tu vida, porque el Señor viene a ti cuando comulgas.

Luego visita la Iglesia con la mayor frecuencia que puedas, busca al sacerdote, y déjate aconsejar, habla con el, para que el te guíe y te oriente de la mejor forma posible para ti en tu nueva vida espiritual con Cristo. Trata de conocer los mandamientos de Dios y que cumplir las enseñanzas de Cristo sean el objetivo de tu vida. Hazte con el Catecismo de la Iglesia, y comienza a fortalecer tu fe, ten cerca siempre la Biblia, porque esta es la Palabra de Dios.

Que Dios te bendiga, te conceda la Paz a tu corazón y seas feliz hermano, quién quiera que seas y vengas de donde vengas.

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