Mi blog de cosas interesantes para aportar a un mundo que camina por direcciones equivocadas.
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31 de julio de 2011
El encuentro diocesano de la JMJ tendrá lugar el 13 de agosto en el Auditorio Municipal de Málaga
El encuentro está previsto que comience a las siete de la tarde y termine a las diez y media. Las puertas del Auditorio, c/. Paquiro, 9 en el recinto ferial, estarán abiertas desde las seis de la tarde. El encuentro contará con la presencia de todos los jóvenes peregrinos acogidos entre nosotros así como los jóvenes de nuestra diócesis que participarán en la Jornada Mundial de Juventud, las familias que acogen a los peregrinos, voluntarios y todos aquellos que deseen disfrutar de esta fiesta de la fe.
Para participar en el encuentro diocesano hay que ponerse en contacto con la Delegación de Juventud, juventud@diocesismalaga.es que facilitará las acreditaciones que permiten el acceso al recinto a cambio de 1€ por persona, los niños no pagan. También se pueden adquirir el mismo día de la celebración en el propio Auditorio.
El encuentro comenzará con una oración internacional presidida por el sr. obispo y en la que también participarán los obispos extranjeros desplazados a Málaga con motivo de la JMJ. La oración incluirá el envío de los jóvenes malagueños a la JMJ. Una vez finalizada tendrá lugar un concierto de grupos católicos malagueños: Desde el silencio, Unai Kyros, Ixcís, Jerusalén o Shalahim. El encuentro finaliza con una muestra de folclore malagueño, de la que destaca un cuadro flamenco de baile. Supondrá un momento privilegiado para vivenciar la universalidad de la Iglesia. El objetivo de las actividades programadas en nuestra diócesis, como es la celebración del encuentro diocesano, es compartir nuestra fe de una manera cercana, dar a conocer la rica historia y la vida de nuestra iglesia malacitana, enseñando nuestra tierra y costumbres.
La acreditación para el pase se puede pagar y recoger previamente en la sede de la delegación de juventud (Plaza de la Aurora nº1, junto a Caritas) o comprarla momentos antes en la taquilla del auditorio. En cuanto al transporte, al coincidir con Feria muchas líneas de diferentes puntos de la ciudad alargan sus recorridos hasta acabar en el recinto ferial.
¿TE LO VAS A PERDER?
Esforcémonos por conocer al Señor
pero nos sanará;
ha golpeado, pero vendará nuestras heridas.
Lo primero que me llama la atención es la llamada clara del profeta a VOLVER AL SEÑOR. Eso es plenamente vigente y actual. El profeta le habla a una parte de Israel a la que le predica, pero sus palabras resuenan en nuestro mundo de hoy, porque es un mundo que se está apartando de Dios, y en el que muchos ya se han apartado, engañados por las artimañas del maligno, que están impregnando todos los rincones de nuestra vida. Sin Dios, no estamos a salvo en ningún sitio, por más que nos esforcemos en vivir nuestras vidas de la mejor manera que nos parezca. No se trata de lo que nos parezca, sino de vivir en la verdad, y los que se vuelven a Dios, saben cual es la verdad y cual es la mentira.
al tercer día nos levantará,
y viviremos en su presencia.
3 Esforcémonos por conocer al Señor:
su aparición es cierta como la aurora.
Vendrá a nosotros como la lluvia,
como la lluvia de primavera que riega la tierra".
¿Qué haré contigo, Judá?
Porque el amor de ustedes es como nube matinal,
como el rocío que pronto se disipa.
5 Por eso los hice pedazos por medio de los profetas,
los hice morir con las palabras de mi boca,
y mi juicio surgirá como la luz.
6 Porque yo quiero amor y no sacrificios,
conocimiento de Dios más que holocaustos.
24 de julio de 2011
CRISTIANISMO EN ESPAÑA
Triste cosa es el silencio de la historia en lo que más interesa. De la predicación de San Pablo entre los españoles, nada sabemos, aunque es tradición que el Apóstol desembarcó en Tarragona. Simeón Metafrastes (autor de poca fe), y el Menologio griego le atribuyen la conversión de Xantipa, mujer del prefecto Probo, y la de su hermana Polixena.
Algo y aun mucho debió de fructificar la santa palabra del antiguo Saulo, y así encontraron abierto el camino los siete varones apostólicos a quienes San Pedro envió a la Bética por los años de 64 ó 65. Fueron sus nombres Torcuato, Ctesifón, Indalecio, Eufrasio, Cecilio, Hesichio y Secundo. La historia, que con tanta fruición recuerda insípidas genealogías y lamentables hechos de armas, apenas tiene una página para aquellos héroes, que llevaron a término en el suelo español la metamorfosis más prodigiosa y santa. Imaginémonos aquella Bética de los tiempos de Nerón, henchida de colonias y de municipios, agricultora e industriosa, ardiente y novelera, arrullada por el canto de sus poetas, amonestada por la severa voz de sus filósofos; paremos mientes en aquella vida brillante y externa que en Corduba y en Hispalis remedaba las escenas de la Roma imperial, donde entonces daban la ley del gusto los hijos de la tierra turdetana, y nos formaremos un concepto algo parecido al de aquella Atenas donde predicó San Pablo. Podemos restaurar mentalmente el agora (aquí foro), donde acudía la multitud ansiosa de oír cosas nuevas, y atenta escuchaba la voz del sofista o del retórico griego, los embelecos o trapacerías del hechicero asirio o caldeo, los deslumbramientos y trampantojos del importador de cultos orientales. Y en medio de este concurso y de estas voces, oiríamos la de alguno de los nuevos espíritus generosos, a quienes Simón Barjona había confiado el alto empeño de anunciar la nueva ley al peritus iber de Horacio, a los compatriotas de Porcio Latrón, de Balbo, y de Séneca, preparados quizá a recibirla por la luz que da la ciencia, duros y obstinados acaso, por el orgullo que la ciencia humana infunde y por los vicios y flaquezas que nacen de la prosperidad y de la opulencia. ¿Qué lides hubieron de sostener los enviados del Señor? ¿En qué manera constituyeron la primitiva Iglesia? ¿Alcanzaron o no la palma del martirio? Poco sabemos, fuera de la conversión prestísima y en masa del pueblo de Acci, afirmada por el oficio muzárabe.
Viniendo en fin San Pablo a España (como dejamos escrito año sesenta y cuatro), y predicando en Toledo y su comarca, pasó sin duda a estos pueblos arevacos, y dejó por obispo de nuestra venturosa ciudad a su gran discípulo Hieroteo, como escribe Destro con las señas individuales de Segovia en los arevacos; a diferencia de otra Segovia que había entonces, y permanecen hoy sus ruinas junto al antiguo rio Silicense, nombrado hoy de las Aljamitas, cerca de Carmona en Andalucía; de la cual habla Hircio en la guerra de César con los Pompeyos.
Dice Destro, que nuestro santísimo Hieroteo era tenido por admirable en santidad año setenta y uno de Cristo. Y quieren algunos inferir de estas palabras que ya era difunto, y se veneraba la devoción de su santidad. Mas nosotros inferimos que aún vivía y causaba admiración su santísima vida, convirtiendo y enseñando a nuestros segovianos y fundando nuestra Iglesia con advocación tutelar de la Asunción de nuestra Señora, en memoria (sin duda) de haber asistido a ella, cuyo primer templo no sabemos distintamente cual fuese, aunque presumimos por algunas conjeturas que fue uno de los dos que hoy se intitulan San Blas y San Gil. El de San Blas, aunque pequeño, muestra antigüedad y grandeza en unos edificios continuados con su fábrica y tan capaces que representan palacio obispal o capitular. El de San Gil (también muy antiguo) se renovó por los años 1288, como allí diremos.
El Concilio de Elvira o de Iliberis (Latín: Concilium Eliberritanum), primer concilio que se celebró en Hispania Baetica por la iglesia cristiana. Tuvo lugar en la ciudad de Ilíberis, cerca de la actual ciudad de Granada. Su fecha es incierta, entre el 300 y el 324. En el primer caso sería anterior a la persecución de Diocleciano y en el segundo, posterior al Edicto de Milán de Constantino.
Este concilio fue uno de los más importantes llevados a cabo en las provincias, seguido por los Concilio de Arlés y el Concilio de Ancyra los cuales prepararían el camino para el primer Concilio ecuménico Católico, a este concilio asistieron diecinueve obispos y veintiséis presbíteros de toda España así como laicos.
ELVIRA: Este nombre fué muy popular en los finales del primer milenio y principios del segundo. Su origen más probable es el compuesto germánico Athal-wira, que significa "guardián noble". Sin embargo, no se descarta la influencia del topónimo Illiberis , que actualmente denominamos Elvira. Es una importante ciudad donde se celebró el concilio del mismo nombre. Estaba cerca de una alquería que se llamaba entonces Garnatha , que poco a poco fué creciendo y desplazando en importancia a la antigua capital, hasta convertirse en la actual Granada... En España este nombre lo llevaron varias reinas y princesas, incluida una hija del Cid Campeador, que se llamaba doña Elvira (la otra era doña Sol)...
La celebración del concilio de Iliberis (Granada), entre el 306 y el 314 d.C., y la asistencia al citado concilio del obispo accitano Félix , nos pone de manifiesto que la cristianización de la ciudad y su área comarcal tiene cierta solidez y cuenta con una estructura más definida, que en los momentos iniciales.
obispo Félix presidió el concilio , debido a que éste representaba, probablemente, a la diócesis más antigua . Asistieron diecinueve obispos y veinticuatro presbíteros , en representación de treinta y siete sedes, de las cuales veintitrés eran de la Bética, la provincia, por tanto, más ampliamente representada, lo que nos indica la implantación en la misma del cristianismo. Las actas del concilio -las más antiguas que se conservan de un concilio disciplinar- son excepcionalmente valiosas para la historia de la Iglesia hispana.. La rotura de ídolos fué condenada en el Concilio de Elvira (306), el cual decretó, en su canon sexagésimo, que no sería inscrito como mártir un cristiano ajusticiado por un vandalismo de esa clase.
En el canon XXXIII, según Hefele (op. cit. abajo) tenemos la ley eclesiástica más antigua concerniente al celibato del clero. El canon XIII muestra la institución de las vírgenes consagradas (virgines Deo sacratae), familiar en Hispania. El Canon XXXVI (placuit picturas in ecclesia esse non debere en quod colitur et adoratur in parietibus depngatur) se ha mostrado a menudo como un elemento en contra de la veneración de las imágenes como una práctica de la Iglesia Católica. Se interpretan esta prohibición como algo contrario al uso de imágenes en los templos grandes únicamente, para evitar que los paganos pudieran burlarse de las escenas sagradas ahí representadas y de lo que significan, opinan que el concilio no se pronuncia sobre la ilicitud o ilicitud del uso de las imágenes, sino que se trata de una medida administrativa que simplemente las prohibe, para evitar que los conversos del paganismo incurran en cualquier riesgo de recaer en la idolatría, o se escandalicen ante algunos excesos supersticiosos que, de darse, no están aprobados de ninguna manera por la autoridad eclesiástica.
VIAJE DE SAN PABLO A ESPAÑA
El viaje de Pablo a España no tuvo que ser fácil. Como afirma Murphy-O'Connor, Pablo quería «ser enviado a España como misionero de Roma (Rom 15,24). Esto no era un problema de logística o ayuda con el idioma (aunque una ayuda en estos dos aspectos de la misión sería bastante útil). Pablo necesitaba que Roma le diera la misión de actuar en su nombre». Otra cuestión es la de su acompañante. Pablo solía viajar con algún discípulo que pudiera ayudarle en la tarea evangelizadora, pero también para solucionar cuestiones materiales propias del viaje. ¿Quién mejor que alguien nacido en las tierras que iba a visitar, máxime cuando sabía que iba a atravesar poblaciones en las que, seguramente, casi nadie hablaría griego -quizá latín, sobre todo en las urbes comerciales- y sí diversos dialectos íberos, que Pablo desconocía por completo?
TORCUATO, OBISPO Y COMPAÑEROS MÁRTIRES VARONES APOSTÓLICOS (s. I)
Los llamados Varones Apostólicos, que son aquellos siete discípulos de los apóstoles San Pedro y San Pablo que, conforme a una tradición antigua española, fueron enviados a España por sus maestros Pedro y Pablo para que predicaran el Evangelio en la Península. La tradición nos ha transmitido sus nombres de Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio.
Junto, pues, con la otra tradición sobre la predicación de Santiago, y con el hecho históricamente bien probado de la estancia de San Pablo en España, la actividad apostólica de los Varones Apostólicos constituye la base del origen apostólico de la Iglesia española. Por eso ha sido, ya desde antiguo, tan grande la devoción que España ha profesado a los Varones Apostólicos, y particularmente las poblaciones que, conforme a la misma tradición, habían evangelizado cada uno de ellos, se han distinguido de un modo especial en esta veneración. Así sucede, por ejemplo, en Acci, hoy Guadix, donde se supone predicó Torcuato; en Ilíberis, o Elvira, evangelizada por Cecilio, y sobre todo en Abula, que algunos identificaron con Avila, donde tanto se venera a San Segundo.
No es éste el lugar para discutir, en primer término, la verdad de la misma tradición sobre la venida a España de los Varones Apostólicos. Baste decir que los historiadores modernos extranjeros, los padres Férotin y Savio, la califican de tradición antigua y sólida. En segundo lugar, pasamos por alto la discusión sobre cuáles son las poblaciones modernas que corresponden a las antiguas, donde refiere la tradición que predicaron dichos Varones Apostólicos. Concretamente, a qué población se refieren Urci, donde debió predicar Indalecio; Vergi, sede tradicional de Tesifonte; Carcesa, cristianizada por Hesiquio. Entre todas ellas, como se sabe, la más discutida es Abula, donde predicó Segundo.
Aquí conviene notar, ante todo, los datos que nos comunica la misma tradición, pues, aunque no presenten sólidas garantías de seguridad histórica, indican, ciertamente, la estima que se ha hecho siempre en España del origen apostólico de sus iglesias. Tal vez ésta es, en el fondo, la razón última de por qué es tan profunda en los españoles la adhesión a la cátedra de Roma y el afecto personal hacia el Romano Pontífice. De hecho, desde tiempo inmemorial, España ha proclamado y defendido con el mayor empeño el origen apostólico de su fe católica, lo cual debe ser para los españoles de nuestros días un argumento poderoso para no desmerecer en lo más mínimo de la tradicional adhesión de España a la Iglesia Católica Romana y al Romano Pontífice.
Así, pues, conforme a esta tradición, los Príncipes de los Apóstoles, Pedro y Pablo, escogieron a siete entre sus discípulos, bien probados en la fe, cuyos nombres hemos indicado, los consagraron obispos y los enviaron a España con la misión de evangelizar la importante provincia romana llamada en aquel tiempo Hispania. Dirigiéronse, pues, ellos a la Bética, que era una de las regiones más romanizadas, y, habiendo llegado a la importante ciudad de Acci (hoy Guadix), se detuvieron antes de entrar en ella. Encontrábase ésta a la sazón en plenos festejos, dedicados a Júpiter y Mercurio, por lo cual, al enterarse de las intenciones de los huéspedes, salieron algunos gentiles en ademán amenazador.
Ante esta actitud de los naturales los Varones Apostólicos retrocedieron y atravesaron el río. Los perseguidores pretendieron darles alcance; mas, al intentar atravesar el río, se hundió el puente y todos ellos perecieron. Ante la noticia de lo ocurrido los habitantes de Acci se llenaron de estupor, por lo cual salió en nombre de todos la matrona Luparia, la cual se puso en contacto con los misioneros, construyóse una iglesia y la población abrazó el cristianismo. Iniciada de esta manera su actividad apostólica, aquellos misioneros, conforme a la misma tradición, se repartieron por diversas poblaciones, siendo de este modo la base de la mayor parte de las iglesias españolas. No se olvide que, conforme a la tradición de la predicación de Santiago en la Península, éste estuvo muy poco tiempo en España y obtuvo pocas conversiones, y la estancia cierta de San Pablo tuvo una actividad muy reducida. Así, pues, según las tradiciones primitivas, los que en realidad evangelizaron a la Hispania y los verdaderos padres del cristianismo español fueron los Varones Apostólicos.
De esta tradición hablan, en primer lugar, los Calendarios mozárabes, cuya reciente publicación por los padres Férotin y Savio proyecta abundante luz sobre la Iglesia primitiva de la península Ibérica. Ahora bien, sabemos que las noticias incluidas en esta clase de calendarios se fueron introduciendo poco a poco. Por otra parte, según se ha probado, su primera redacción data del siglo V. ¿Cuándo, pues, fue introducida esta noticia en dichos calendarios? ¿Pertenece al núcleo primitivo? La unanimidad de los siete calendarios nos permite concluir que la noticia data del siglo V o del VI.
Especial importancia en este punto adquiere la literatura hagiográfica del tiempo. También en ella se habla de los Siete Varones Apostólicos, como puede comprobarse en el Martirologio histórico, de Lyon; en diversas vidas compendiadas, a manera de Flos Sanctorun, y en la misa, el oficio divino y un himno de la liturgia mozárabe.
Sobre la suerte final de los Siete Varones Apostólicos la misma tradición es muy escasa de noticias. Es muy común la creencia de que todos ellos murieron mártires. Así lo expresan algunos Calendarios. En cambio, la literatura mozárabe los llama simplemente Doctores de la fe.
La principal lección que debemos aprender de la festividad de los Varones Apostólicos es la estima extraordinaria que el pueblo español ha hecho siempre del origen apostólico de su fe católica. La tradición referente a los mismos queda consignada por escrito ya desde el siglo V o VI, y, ciertamente, desde entonces esta convicción llega a constituir una de las bases fundamentales en el ulterior desarrollo del cristianismo en España. Hubo posteriormente una corriente dentro de la Península que ponderaba en exceso la idea de que se tardó bastante en introducir plenamente el cristianismo en España. Así parece expresarlo, en el siglo VII, San Valerio, monje del Bierzo y padre de monjes, quien en una exhortación a los fieles les llega a decir que solamente a fines del siglo IV comenzó a resplandecer el cristianismo en España.
Frente a esa idea, repetida en algún otro documento y excesivamente ponderada por algunos escritores de nuestros días, diremos que, a mediados del siglo III, la Iglesia española da muestras de intensa vitalidad, y, según los testimonios de San Ireneo y de Tertuliano, ya a fines del siglo II el cristianismo estaba plenamente arraigado en España.. Podemos, pues, con buen fundamento suponer que esto se debía al hecho de la estancia de San Pablo en la Península, quien había dejado, como en tantas otras ciudades, una Iglesia bien fundada, y tal vez también a la obra evangelizadora de los Siete Varones Apostólicos.
Los siete varones apostólicos, Torcuato, Tesifonte, Segundo, Indalecio, Cecilio, Esiquio y Eufrasio, quienes según el testimonio de San Gregorio VII en una carta al rev Alfonso VI, fueron enviados por los apóstoles San Pedro y San Pablo a evangelizar España. Desembarcaron en Cádiz, dónde hicieron muchos milagros, y después de haber predicado por casi toda la Península, sobre todo en Andalucía, murieron: Torcuato en Cádiz, Tesifonte en Vergi (Almería), Segundo en Avila, Indalecio en Portilla, Cecilio en Elvira, Esiquio en Gibraltar y Eufrasio en Andújar.
ESPAÑA CRISTIANA
SANTIAGO APOSTOL EN ESPAÑA
El apóstol Santiago, primer apóstol martir, viajó desde Jerusalén hasta Cádiz (España). Sus predicaciones no fueron bien recibidas, por lo que se trasladó posteriormente a Zaragoza. Aquí se convirtieron muchos habitantes de la zona.
En este repartimiento quedó España al apóstol Santiago, llamado el Mayor, hijo del Zebedeo, hermano de San Juan Evangelista y ambos primos (por madre) del Redentor; el cual, viniendo a ella, habiendo predicado en diversas ciudades, fundado muchas iglesias y convertido muchos discípulos, volvió con algunos a Jerusalén, donde Herodes Agripa mandó degollarle porque predicaba el evangelio. En el año varían los escritores, y verdaderamente en el contexto de los capítulos once y doce de los Hechos Apostólico, se prueba que fuese en el año cuarenta y cuatro de Cristo, o después.
siete varones apostólicos son conocidos siete clérigos cristianos ordenados en Roma por los apóstoles (discípulos del apóstol Santiago el Mayor pero designados por San Pablo y San Pedro) que marcharon a Hispania a evangelizar: Torcuato, Tesifonte, Indalecio, Segundo, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio o Isicio.
Según unos manuscritos del siglo X, que transmiten información más antigua (del siglo VIII o del siglo IX), los siete varones apostólicos llegaron a Acci (Guadix) cuando se estaban celebrando las fiestas paganas de Júpiter, Mercurio y Juno y los paganos les persiguieron hasta el río, pero el puente se partió milagrosamente y los siete varones apostólicos quedaron salvos. Una noble mujer llamada Luparia se interesó por ellos y los escondió, y se convirtió al Cristianismo después de haber levantado un altar a San Juan Bautista. A continuación los varones apostólicos se separaron para dar noticia del Cristianismo por distintas regiones de la Bética: Torcuato permaneció en Acci (Guadix), Tesifonte marchó a Bergi (Berja), Hesiquio a Carcere (Cazorla), Indalecio a Urci (Pechina), Segundo a Abula (Abla), Eufrasio a Iliturgi (Andújar) y Cecilio a Iliberri (Iliberris o Elvira, la actual Granada). La identificación de esas localidades es muy insegura: según otras fuentes Carcere o Carcesi es Cieza (Murcia), Urci es Torre de Villaricos e Iliturgis es Cuevas de Lituergo;[1] según una tradición abulense, Abula sería Ávila, y San Segundo su primer obispo (actualmente, su santo patrón).
Un autor del siglo IX fundió esta tradición con la de Santiago Apóstol en la Translatio S. Iacobi in Hispaniam. Según éste, siete discípulos de Santiago trajeron su cuerpo a Hispania después de su martirio desde Jerusalén y tuvieron que refugiarse en una fuente protegida por una cripta porque eran perseguidos por el rey; cuando entraron para prenderlos la cripta se derrumbó y el rey y los suyos perecieron. Una mujer, también llamada Luparia, se convirtió al Cristianismo y mandó colocar el cuerpo de Santiago en un edificio que previamente había estado consagrado a ídolos paganos; esta tradición cuenta también que tres de estos discípulos, Torcuato, Atanasio y Tesifonte, fueron enterrados junto al apóstol. También habla sobre los siete varones apostólicos el escritor dominico del siglo XIII Rodrigo de Cerrato.
15 de julio de 2011
Los efectos del alcohol en las personas
En general, suele ser cierto que cuanto más tiempo y más cantidad de alcohol se haya bebido, mayores serán las consecuencias físicas negativas. Los problemas más conocidos como la cirrosis hepática o el “Cerebro Húmedo” (Síndrome de Korsakoff) suelen producirse después de 15 ó 20 años de beber mucho. Sin embargo, los problemas médicos no surgen repentinamente después de que pasen esos años. La cirrosis o el daño hepático irreparable no ocurren sin antes enviar algunos avisos. Los sistemas corporales están siendo atacados mucho antes; el daño está comenzando a manifestarse.
Las causas de los problemas físicos del alcohol tienen dos orígenes:
- El alcohol tiene un efecto directamente irritante sobre todas las partes del cuerpo.
- Con el uso continuado del alcohol, una persona puede llegar a estar desnutrida. Ciertas vitaminas o proteínas pueden que no se tomen en la dieta, o puede que no sean absorbidas por el cuerpo.
12 de julio de 2011
¿cual de ellos eres tu?
- EGOISTA
- EGOCENTRICO
- DEMASIADO INFANTIL
- SUPERIOR A LOS DEMAS
- CERRADO
- PESIMISTA
- HUYE DE LA FAMILIA
- DESORDENADO
- SE MUERE CUANDO ENFERMA
- LO PRIMERO EN LA CABEZA EL SEXO
- PIENSA EN LOS DEMAS
- SE ABRE A LOS DEMAS SIN MIEDOS
- NO TEME A LA GENTE
- NO LE TEME A LA SALUD
- OPTIMISTA
- ES INFANTIL Y ADULTO SABE ESTAR EN LAS DOS FACETAS SEGUN ES NECESARIO
- NO SE ASUSTA TANTO DE LAS REUNIONES FAMILIARES
- CRISTO ESTA EN EL, CONOCE A CRISTO Y COMO LO HARIA EL.
10 de julio de 2011
¿QUE QUIERE DIOS DE NOSOTROS?
1. ¿Cuál es el designio de Dios para el hombre?
Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. En la plenitud de los tiempos, Dios Padre envió a su Hijo como Redentor y Salvador de los hombres caídos en el pecado, convocándolos en su Iglesia, y haciéndolos hijos suyos de adopción por obra del Espíritu Santo y herederos de su eterna bienaventuranza.
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MI REFLEXIÓN PERSONAL
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- Dios existe y el nos ha creado. Es decir, la vida fue creada por Dios, porque así lo quiso.
- A Dios no lo ha creado nadie, y es perfecto y bueno.
- Dios no necesita del hombre, pero nos crea por pura bondad, y quiere que participemos de lo que El es, es decir, que seamos felices y vivamos.
- Dios no desea la muerte de nadie, sino que vivamos y seamos felices siempre.
- El hombre creado por Dios, en su libertad, escogió el pecado, y por eso el hombre tiene una naturaleza "caída".
- El sufrimiento humano es consecuencia del pecado. Dios no quiere el sufrimiento.
- Con ese objeto envía a JESUCRISTO, para salvarnos y liberarnos de las consecuencias finales del pecado. Esto lo hace en un momento determinado de la historia, que conocemos como "LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS". Es correcto decir que estamos en el "ÚLTIMO TIEMPO". Después de este último tiempo viene el "FIN DE LOS TIEMPOS", y el inicio de "ALGO NUEVO"
- La consecuencia final del pecado es la muerte del cuerpo, y la eterna separación de Dios (infierno).
- Para salvarnos del pecado del que el hombre no puede librarse, nos convoca a todos en la Iglesia.
- Nos quiere en la Iglesia. La Iglesia es el medio de salvación, porque en la Iglesia está Jesucristo.
- Por eso nos bautizamos, porque al bautizarnos nos hace hijos adoptivos suyos, y al ser hijos somos sus herederos, y un día tendremos lo que el tiene, porque el Padre bueno deja en herencia a su hijo todo lo que tiene, y Dios lo tiene todo. Todo bondad, todo felicidad, todo vida...
- Vivimos en un mundo donde la mayoría rechaza la Iglesia, rechaza a Dios, y por tanto está con ese despreciando su salvación.
- Estamos viviendo la descristianización progresiva dentro de nuestras familias, padres que dejaron de practicar su religión, o que dejaron de creer, hijos que hicieron la primera comunión, y hoy viven alejados de la Iglesia, nietos que ni siquiera llegaran a ser bautizados y por tanto no serán incluidos en la familia de Dios, otros fueron bautizados sin conciencia por parte de los padres de lo que eso significa, otros son bautizados por pura tradición, otros por superstición, otros por cumplir con la familia. Y todavía se preguntan algunos, porqué todo va tan mal. Y otros viven anestesiados sin tan siquiera llegar a hacerse esa pregunta.
- Hoy cada uno cree poder salvarse a su manera, y busca distintos medios de salvarse, distinas sabidurías humanas, ciencias, etc, pero la mayoría parece rechazar el único medio posible de salvarse, que nos ha dado Dios por amor a nosotros. Ser cristiano está mal visto, y está siendo perseguido.
- Un gran número de cristianos incluso viven tibios en medio de un mundo perdido y que va al precipicio. Otros que ignoran su religión, se van a sectas, dejando la Iglesia. La Iglesia tiene enemigos por todas partes, y aparte de la cristiana hay otras religiones que se oponen.
1 de julio de 2011
Anuario Pontificio 2010
De la lectura del volumen se pueden conocer algunas novedades relacionadas con la vida de la Iglesia católica en el mundo. A partir del año 2009, por ejemplo, han sido creadas 8 nuevas sedes episcopales y una prelatura. Mientras una prelatura ha sido elevada a diócesis y 3 prefecturas a vicariatos apostólicos.
El nuevo Anuario Pontificio 2010 señala también que, a lo largo del año apenas transcurrido, fueron nombrados 169 nuevos Obispos. Los datos estadísticos relacionados con el año 2008, proporcionan un análisis sintético de las principales dinámicas de la Iglesia Católica en 2.945 circunscripciones eclesiásticas del planeta. Mientras que en el período 2007-2008 se destaca que los fieles bautizados en el mundo han pasado de 1.147 millones a 1.166 millones con un incremento absoluto de 19 millones de fieles y un porcentaje equivalente al 1,7%.
Otro dato relevante es el aumento en número de los obispos en África, el continente americano, Asia y Europa.
La situación numérica de los sacerdotes - diocesanos y religiosos - sigue mostrando una evolución positiva pero moderada y según el nuevo Anuario Pontificio 2010: los sacerdotes, diocesanos y religiosos aumentaron en el curso de los últimos nueve años, mientras la distribución del clero entre los continentes, tomando como muestra el año 2008, sigue caracterizada por una alta proporción de sacerdotes europeos.
El Anuario 2010 fue presentado a Benedicto XVI el pasado 20 de febrero de 2010 (Cf. Zenit 21 de febrero de 2010). ...
Puedes leerlo en: http://www.es.catholic.net/conocetufe/358/369/articulo.php?id=49112