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10 de julio de 2011

¿QUE QUIERE DIOS DE NOSOTROS?

1. ¿Cuál es el designio de Dios para el hombre?

Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. En la plenitud de los tiempos, Dios Padre envió a su Hijo como Redentor y Salvador de los hombres caídos en el pecado, convocándolos en su Iglesia, y haciéndolos hijos suyos de adopción por obra del Espíritu Santo y herederos de su eterna bienaventuranza.

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MI REFLEXIÓN PERSONAL

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  • Dios existe y el nos ha creado. Es decir, la vida fue creada por Dios, porque así lo quiso.
  • A Dios no lo ha creado nadie, y es perfecto y bueno.
  • Dios no necesita del hombre, pero nos crea por pura bondad, y quiere que participemos de lo que El es, es decir, que seamos felices y vivamos.
  • Dios no desea la muerte de nadie, sino que vivamos y seamos felices siempre.
  • El hombre creado por Dios, en su libertad, escogió el pecado, y por eso el hombre tiene una naturaleza "caída".
  • El sufrimiento humano es consecuencia del pecado. Dios no quiere el sufrimiento.
  • Con ese objeto envía a JESUCRISTO, para salvarnos y liberarnos de las consecuencias finales del pecado. Esto lo hace en un momento determinado de la historia, que conocemos como "LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS". Es correcto decir que estamos en el "ÚLTIMO TIEMPO". Después de este último tiempo viene el "FIN DE LOS TIEMPOS", y el inicio de "ALGO NUEVO"
  • La consecuencia final del pecado es la muerte del cuerpo, y la eterna separación de Dios (infierno).
  • Para salvarnos del pecado del que el hombre no puede librarse, nos convoca a todos en la Iglesia.
  • Nos quiere en la Iglesia. La Iglesia es el medio de salvación, porque en la Iglesia está Jesucristo.
  • Por eso nos bautizamos, porque al bautizarnos nos hace hijos adoptivos suyos, y al ser hijos somos sus herederos, y un día tendremos lo que el tiene, porque el Padre bueno deja en herencia a su hijo todo lo que tiene, y Dios lo tiene todo. Todo bondad, todo felicidad, todo vida...
  • Vivimos en un mundo donde la mayoría rechaza la Iglesia, rechaza a Dios, y por tanto está con ese despreciando su salvación.
  • Estamos viviendo la descristianización progresiva dentro de nuestras familias, padres que dejaron de practicar su religión, o que dejaron de creer, hijos que hicieron la primera comunión, y hoy viven alejados de la Iglesia, nietos que ni siquiera llegaran a ser bautizados y por tanto no serán incluidos en la familia de Dios, otros fueron bautizados sin conciencia por parte de los padres de lo que eso significa, otros son bautizados por pura tradición, otros por superstición, otros por cumplir con la familia. Y todavía se preguntan algunos, porqué todo va tan mal. Y otros viven anestesiados sin tan siquiera llegar a hacerse esa pregunta.
  • Hoy cada uno cree poder salvarse a su manera, y busca distintos medios de salvarse, distinas sabidurías humanas, ciencias, etc, pero la mayoría parece rechazar el único medio posible de salvarse, que nos ha dado Dios por amor a nosotros. Ser cristiano está mal visto, y está siendo perseguido.
  • Un gran número de cristianos incluso viven tibios en medio de un mundo perdido y que va al precipicio. Otros que ignoran su religión, se van a sectas, dejando la Iglesia. La Iglesia tiene enemigos por todas partes, y aparte de la cristiana hay otras religiones que se oponen.

1 comentario:

Manuel Cantero dijo...

EL BAUTISMO
Por el Bautismo que Cristo estableció como Sacramento de entrada, somos “hijos de Dios, coherederos con Cristo, habitados por el Espíritu Santo, y por tanto abocados a la vida eterna”.
El Bautismo es, ante todo, UNA CONSAGRACIÓN o dedicación EN EXCLUSIVA a Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. DEDICADOS EN EXCLUSIVA exige de un bautizado que no haga algo que manche esa pertenencia a Dios. Es lo que sería UNA PROFANACIÓN.
Pero además nos hace ser IDENTIFICADOS CON CRISTO, porque el Bautismo es “morir con Cristo” (muerte al pecado, como los egipcios muertos por las aguas en el Mar Rojo), “resucitar con Cristo” (salir de las mismas aguas sin haber sufrido daño) para “vivir en adelante una vida santa” al modo de Cristo. Hemos de vivir reproduciendo la imagen de Cristo, y para ello estamos “tatuados” con una marca imborrable, que permanecerá ya siempre, sea en el Cielo, y aunque fuera en el Infierno (en la ausencia de Dios)
Los que hoy “se dan de baja” (peleados con la Iglesia), son como el que rompe el carné del futbol el día que pierde su equipo, pero al domingo siguiente saca la entrada. Simplemente ha “roto un papel”. “Su gusanillo” interno por el equipo de sus colores está ahí por más que lo quiera negar. Los “peleados” no saben con quién se han peleado. ¿Con los curas? - La Iglesia no son los curas? ¿Con Dios mismo, con la Virgen María, con Jesús? - Eso saben ellos que no. Y aunque ellos se intentaran pelear, el que no admite la pelea es Jesucristo. Y el BAUTISMO a quien nos liga indeleblemente es a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el amor concreto de Jesús, que pasó por el mundo haciendo el bien, y murió por amor nuestro para salvarnos del mal.