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22 de mayo de 2018

CULTURA DEMOCRÁTICA

Dice el Artículo primero de la Constitución en su apartado 2:

La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Pues bien, analicemos un momento. Si la soberanía de la Nación española reside en ti y en mi y en todos, podríamos llegar a preguntar: ¿Cómo es posible que esa Nación española sea atacada desde hace 40 años? Veamos posibles respuestas:

Masoquismo
Indiferencia
Ignorancia
...
A lo menor alguno todavía en España se pregunta, cómo es eso de que la Nación española haya sido atacada durante 40 años. Bien, explicaré lo que yo he entendido, a ver si coincidimos.
Hace 40 años, se aprobó una Constitución que daba paso a la existencia de unos entes llamados “Comunidades Autónomas”, y con las comunidades autónomas llegaron a la Nación española que la misma Constitución declara única e indivisible, los deseos “nacionalistas” de muchos que en el Régimen anterior habían estado o bien en el exilio por que sus ideas antiespañolas no tenían cabida en el ordenamiento jurídico anterior o bien estaban dentro de España en la clandestinidad. Y eran una minoría, también hay que decirlo.
Pero ya desde la aprobación de la Constitución de 1978 surgieron lo que ellos denominaban “aspiraciones legítimas”, es decir, aspiraban a que un día las regiones a donde pertenecían, fueran separadas del resto de España y lograran la secesión. La Constitución había dado cabida en ella a los partidos nacionalistas, y con ello a las aspiraciones nacionalistas, con la idea de que al ser una minoría, y no tener implantación en el resto de España porque no les interesaba más que su región.
Es por ello por lo que no hace mucho aún, en España se decía aquello: “todo puede ser defendido en España siempre que sea por medio de la política y no la violencia”, en clara alusión a los asesinos de ETA, otros nacionalistas que querían la separación de su región del resto de España y que mataron a unas 1.000 personas desde su inicio. Pues bien, los españoles en su gran mayoría se creyeron que los partidos nacionales como el Partido Popular o el Partido Socialista se bastarían para que esos deseos manifestados por unos pocos “locos” se quedaran sólo en retórica.
Para conseguirlo, les entregaron las autonomías con el pretexto de que eso haría una España mejor y más justa. Pero los españoles, que no tenían ninguna cultura democrática, fueron aceptando estos planteamientos y “consintiendo” con sus votos que las autonomías fueran pidiendo sus competencias propias. Así se les fue entregando todo poco a poco a cambio de apoyos en las distintas legislaturas en España. La necesidad de sus votos, hicieron las negociaciones más fáciles y todos los presidentes de la democracia han entregado algo a los partidos nacionalistas que no tenían ningún interés en el bienestar de los españoles, sino sólo en el bienestar de “los suyos” y del logro de sus aspiraciones últimas. La conquista de la independencia.
Y elección tras elección en España, siempre ocurrió lo mismo; la apelación al voto útil de unos y de otros de los partidos mayoritarios para cerrar el paso a cualquier formación política que tuviera en sus planteamientos desmontar este sistema macabro de autodestrucción a plazos.
Fue así como se llegó al adoctrinamiento en Cataluña. Se había entregado previamente la educación a quien la iba a usar en contra de España para lograr sus objetivos finales. El pueblo una vez adoctrinado, sería más fácilmente manipulable, y así sucedió.
Mientras el foco había estado puesto durante décadas en las provincias vascongadas (país Vasco), por causa del nacionalismo del PNV y otros, y los crímenes de ETA que presionaban constantemente a la sociedad con el miedo y el terror, en Cataluña se iba construyendo “su realidad nacional” de forma mas o menos desapercibida en el resto de España, esperando el momento oportuno para dar el golpe final. Ese momento fue la mayor crisis económica de la historia de España.
Y así llegamos a nuestros días. La pregunta es si el pueblo español después de 40 años ya tiene la madurez suficiente para haber entendido que debe ejercer su soberanía nacional de otro modo, reconociendo que es corresponsable de la situación actual junto a los partidos políticos del sistema.
Que se trata de salvar España, para poder entregarle algo a sus hijos y nietos.
Para ello son a mi juicio necesarias varias cosas:
En momentos excepcionales de la historia, soluciones excepcionales.
Castigo total a los partidos históricos españoles que en estos 40 años nos han ayudado a llegar aquí. Principalmente los dos hegemónicos. Se acabó votar con la nariz tapada.
Dar el voto a una opción política que defienda de verdad la unidad y la permanencia de España. Yo pienso honestamente que VOX es esa opción.
Movilización patriótica, e involucrarse en política, no dejando que sean siempre “otros” los que te saquen las castañas del fuego. Participación.
Si se elige esta vía, España puede salvarse. Si no, se vislumbra un futuro negro y complicado. Porque el auge del separatismo, que era una cáncer remitido en España a mitad del siglo XX y hasta mediados de los 70, ha vuelto a atacar. Ya no sólo hay separatismo en Cataluña y País Vasco, se está volviendo metástasis por el resto del territorio nacional.
¡VIVA ESPAÑA!

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