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18 de mayo de 2014

Cristianos en Pakistan

He recibido un correo de Ignacio Arsuaga, de HazteOir.org en el que se nos explica como en Pakistan, por el hecho de ser cristiano y ser además minoría frente a los musulmanes. Allí en el mejor de los casos son ignorados, cuando no castigados. Y si eres mujer, la cosa es aún peor. La carta y el video, ofrecen más detalles. Elevemos hoy una oración a Dios por nuestros hermanos cristianos en Pakistan, el sexto país con más población en el mundo. Un país muy peligroso para las mujeres donde el 90% sufren malos tratos, más de mil mujeres son asesinadas al año, las niñas sufren matrimonios forzados y las mujeres ataques con ácido.





Francisco Javier
Los cristianos de Pakistán son una minoría frente a los musulmanes. ¿Pero eso justifica que tengan que ser también los parias y los olvidados, los más pobres y los despreciados? Me he comprometido con ellos a no dejarlos solos. ¿Puedo contar contigo? 
Ayúdame a explicar a todo el mundo la terrible situación en la que viven los cristianos de Pakistán. Movilízate para difundir esta información. Comparte este video:
Me he atrevido a pedir a los cristianos paquistaníes que he conocido que recen por nosotros. Todos me han respondido que contamos con sus oraciones. Pero no te puedes imaginar cómo lo han hecho: me han contestado con una emoción que me ha conmovido.  Parecen sorprendidos de que quienes venimos de un país católico y desarrollado nos interesemos por ellos, y todos sin excepción se comprometen enseguida a rezar por nosotros.
Lo hacen con una humildad que me ha llegado al corazón, no te puedas imaginar cuánto. No pueden imaginar que, si bien ellos necesitan de nuestras oraciones en medio de su marginación y su pobreza, nosotros necesitamos las suyas (quizá de otra manera, quizá más) en medio del desierto espiritual de nuestra sociedad.
El 97% de los habitantes de Pakistán son musulmanes. Los cristianos no llegan al tres por ciento porque esa cifra se agrupa el resto de religiones: cristianos pero también parsis, hindúes, etc.
Pero ser una minoría no debería condenar a los cristianos a ser también los parias de la sociedad paquistaní, los más despreciados, los repudiados, aquellos a los que se puede escupir sin contemplaciones.
Eso exactamente es lo que te sucede en Pakistán si eres cristiano: en el mejor caso serás ignorado, cuando no castigado por causa de tu fe.
Te escribo desde Pakistán hoy para pedirte que me ayudes a denunciar la situación en la que se encuentran los cristianos de Pakistán. Estamos aquí con la familia de Asia Bibi, con sus abogados, nos entrevistamos con numerosos cristianos que están sufriendo en primera persona las consecuencias dela persecución, que aquí adquiere la forma de ley antiblasfemia.
La campaña que hemos iniciado tiene un largo recorrido. No se trata solo de intentar sacar de la cárcel a Asia Bibi, sino de concienciar a los países occidentales de la situación crítica que viven todos los cristianos en Pakistán. Para ello empiezo por proponerte, como primera acción, que me ayudes a difundir este primer video con el fin de que muchas personas empiecen a interesarse en este asunto. Por favor, reenvía el enlace de este video:
https://www.youtube.com/watch?v=OqMYQpFmgEM
En las sucesivas fases de esta campaña difundiremos los testimonios de los cristianos paquistaníes, que denuncian en primera persona los casos de discriminación y persecución que padecen, y propondremos medidas concretas para ayudarles.
Si además de ser cristiano en Pakistán, eres mujer, la situación se agrava hasta el extremo. Según cifras de organizaciones internacionales, aquí son asesinadas cada año más de mil mujeres. Así que el caso de Asia Bibi no es una excepción: este es uno de los países más peligrosos para una mujer.
Mañana te escribiré sobre Asia Bibi, te contaré cómo se encuentra su familia y qué dicen los abogados, cuál es su estrategia y qué perspectivas tienen a propósito de su libertad. Hoy termino reiterando mi petición de que compartas este primer video y, si eres creyente, encomiendes a nuestros hermanos paquistaníes.
Desde Lahore, en el Punjab de Pakistán, a ocho mil kilómetros de nuestra patria, te envío todo mi cariño. Y cuento contigo para seguir diciéndoles a los cristianos paquistaníes que pueden confiar en que no les abandonaremos.
Ignacio Arsuaga

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