Por mi parte os digo: Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne. Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais.
Gálatas 5 16-17
La vida de los hombres y las mujeres está en lucha. La carne contra el espíritu. Los deseos de la carne, se refiere a todo aquello que son capaces las personas de hacer durante su vida, y que está mal, y que degradan al ser humano. El ser humano tiene una naturaleza espiritual, encerrada dentro de un cuerpo material, de modo que existe una lucha. Con la ayuda de Dios, podemos ir venciendo lo que San Pablo llama "apetencias de la carne", y que se oponen a lo que de verdad tenemos que hacer y practicar, las obras del Espíritu.
¿Y cuales son esas obras de la carne, los frutos de vivir una vida carnal sin que Jesucristo sea el Señor de nuestra vida?
La Palabra de Dios nos da una lista de esos frutos que debemos desterrar los que decimos que somos cristianos. Y nos da esta palabra por medio del Apóstol San Pablo, en Gálatas 5, 18-21.
Y tenemos una lista de los frutos del espíritu, en Gálatas 5, 22-23, es decir, aquello que debemos seguir, buscar, y vivir los cristianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario