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9 de diciembre de 2007








Libro de Isaías 11,1-10.






Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-. El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas. El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en companía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada.







MEDITACIÓN PERSONAL DE LA PALABRA

"Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-. "

Esperamos la venida del Señor, deseamos que venga a nuestra vida, y sea el totalmente el Señor de todo en ella. Para andar el camino necesitamos al Espíritu Santo. El Padre está dispuesto a regalarnos de sus dones, pero, ya nos dijo Jesús: "Pedid y se os dará". Porque Dios está dispuesto a darnos sólo cosas buenas, porque es un Padre bueno.

Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»

Ojalá nuestra vida sea también inspirada por el temor del Señor, y deseemos ardientemente la venida de Jesús a nuestro corazón para que, iluninados con sus dones espirituales, vivamos nuestra vida nueva, y podamos ser luz en mitad de las tinieblas en este mundo.


"El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país;"

El Señor es Justo, que esperanza más grande conocer esto. Debemos aprender nosotros de El, a no juzgar a los demás según las apariencias, o bién tomar decisiones en nuestra vida, basadas en murmuración. En compañía de María, llegamos a aprender como ser imitadores de Jesús.

Yo he visto dos grandes males entre los hombres; el juicio injusto y las murmuraciones y críticas acerca de los demás. Jesús nos muestra el camino para ser juzgados justamente. Si quieres ser juzgado con misericordia, juzga a los demás con misericordia, pues todos somos débiles, y no seremos juzgados por El injustamente.










"porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar"

Decía el Papa Benedicto XVI hace pocos días que todos los fieles debemos leer la Biblia diariamente, porque desconocer la Escritura es desconocer a Cristo.

Es simple. Si no conoces la Palabra de Cristo, ¿cómo vas a conocer a Cristo? A lo mejor, le conoces porque has oido de Él, y sabes de su existencia, y a lo mejor hasta crees en Él, y le dices Señor, pero si no conoces su Palabra, desconoces.Por eso el Papa, nos invita a todos a leer la Biblia diariamente. ¿No comemos cada día 3 veces?







SEGUNDA LECTURA

Carta de San Pablo a los Romanos 15,4-9.






Ahora bien, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre.


MEDITACIÓN PERSONAL

"Ahora bien, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza."

San Pablo también lo dice hoy. Las Escrituras dan consuelo. Pero ninguna Escritura da consuelo por sí misma, si no se lee primero. ¿Estás necesitado de consuelo? Busca en las Escrituras y lo hallarás, porque en ellas está Dios esperandote.

Dios ha inspirado la Sagradas Escrituras para nuestro consuelo, y también para nuestra instrucción. El quiere enseñarnos.

Por la lectura asídua de ellas, obtienes también la constancia.

instrucción, constancia y consuelo, en ese orden. Sólo así podremos mantener la esperanza. (Buena semana para leer la nueva encíclica del Papa)


"Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. "

Sin el consuelo, que sólo el Dios del consuelo puede darnos, sería imposible tener los mismos sentimientos de Jesucristo, puesto que Dios no es amargura de corazón sino esperanza. Pidamos a Dios que nos de su consuelo y su constancia, para que unidos en Cristo, llegemos a ser como un mismo corazón, como si fueramos todos una sóla cosa, sólo unidos en Cristo glorificaremos a Dios Padre como El quiere.

"Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia."

Es difícil para nosotros a veces ser acogedores con todos, pero cuando sintamos esta dificultad, debemos pensar que Cristo nos acogió a todos, que el no hace distinción de personas. Sólo en la acogida mutua podemos construir el Reino de Dios.










Evangelio según San Mateo 3,1-12.






En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: 'Tenemos por padre a Abraham'. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible".






MEDITACIÓN PERSONAL

"Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".

Hoy recibimos esta llamada de Dios. Llamada a la conversión. ¿De que tenemos que convertirnos? ¿Hay algo en tu vida que necesita de un cambio de actitud? El Reino de los Cielos está cerca. Este es el momento de nuestra conversión. Esta vida que tenemos ahora, pasa como una neblina.



"y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados"

Como medio para llegar a la conversión sincera, debemos confesar nuestros pecados. Es una buena semana para hacer examen y acercarnos al sacramento de la confesión, para que el Señor nos renueve con su fuerza, y nos preparemos adecuadamente para recibirle en nuestro interior. Porque el arrepentimiento y la confesión hace posible que el que viene detrás de Juan nos queme todo nuestro ser interior, con el fuego del Espíritu Santo.



"Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: 'Tenemos por padre a Abraham'. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego."

¡Ay de aquellos que creen que no necesitan convertirse! ¡Ay de aquellos que piensan que no tienen de que arrepentirse en su vida! Veo este mensaje dirigido primero a los que estamos en la Iglesia, que nos creemos que por estar en ella somos mejores que otros; ¡porque Dios puede hacer surgir un hijo de una piedra!; Habrá un juicio. Todos compareceremos ante el. Es el momento de profundizar en nuestra conversión y ser humildes. Escuchemos hoy su voz.

"Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible". "

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