Ya me estaba arrepintiendo de haberme parado a comprar la palmera, cuando el camarero/vendedor, comienza a tratar de coger la palmera con unas pinzas. Y la palmera que no podía ser enganchada por la pinza, debido a que el chocolate estaba pegado a parte de la bandeja y a parte de otra palmera de chocolate. Por un momento temí que no iba a ser posible despegarla, cuando de repente lo consigue sin tocarla con la mano.
¿Precio?
1,50 €
Un robo, a mi humilde entender. Dentro de unos años comprar un dulce te va a costar un ojo de la cara como esto siga así, y de todo esto alguien tendrá la culpa digo yo.
¿Y el sabor?
Argggg. Me la comí entera por la pena que me daba y el coraje que tenía de haber soltado 1,50 euros en vez de esperar a llegar a mi casa y esperar al almuerzo.
Y no me veas para limpiarte después, con el papel de plata, tuve que terminar de limpiarme con la mano los restos de chocolate de la boca y los de las manos con los bolsillos.
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