Seguidores

30 de junio de 2019

PONER LA OTRA MEJILLA

Observando el modo de actuar de Jesús, podemos llegar a comprender muchas cosas. Jesús es el mismo ayer, hoy y por siempre, y sigue queriendo la cura del necesitado. Pero como se ha dicho, es imprescindible reconocerse necesitado de sanación.

Desde muy joven he tenido la certeza de que la violencia engendra un acto igual o peor del otro, y Jesús nos lo enseña así. Eso no significa que uno no pueda caer alguna vez en algún exceso. No dar mal por mal. Es decir, responder positivamente a quien te agravia. No dice Jesús que sea sencillo lograrlo siempre y en toda situación, sólo dice que es lo que tenemos que hacer. Tampoco dice Jesús que no vamos a sentirnos interiormente mal cuando nos agravian. Veo que Jesús tenía dos formas: poner la otra mejilla, como se ha explicado, y cambiarte de orilla para evitar males mayores. En unas ocasiones será más pedagógico y beneficioso lo primero, y e en otras, lo segundo. Lo que hay que evitar el abofetear al que nos abofetea.

No hay comentarios: