Entre los días 11 y 12 de Mayo de 1931 se quemaron intencionadamente en Madrid los siguientes edificios religiosos:
- Casa Profesa de Isabel la Católica de los jesuitas de la calle Flor Baja y su iglesia aneja. En este incendió se quemó su biblioteca, considerada en aquel momento la segunda mejor de España. Contaba con más de 80.000 volúmenes, entre ellos incunables irreemplazables. En el incendio se perdieron para siempre ediciones príncipe de Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la Barca oSaavedra Fajardo.2
- Colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver y el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) de la calle de Alberto Aguilera. Se perdieron para siempre 20.000 volúmenes de su biblioteca. Toda la obra del P. García Villada entre ella sus libros particulares, colección Razón y Fe, papeles y todas las fichas.3 También se perdieron más de 100.000 copias de canciones populares recopiladas por el P. Antonio Martínez.4
- El centro de enseñanza de Artes y Oficios de la calle de Areneros regentado también por religiosos de la Compañía de Jesús.
- Parroquia de Santa Teresa y San José de los Carmelitas Descalzos de la Plaza de España.
- Colegio de Sagrado Corazón de Chamartín.
- Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas de Cuatro Caminos. Se destruyó su museo de mineralogía y diverso material científico.
- Convento de las Mercedarias Calzadas de San Fernando. En este edificio, antes de comenzar el incendio, fueron desenterrados y profanados distintos cadáveres de religiosas y sacados a paseo, finalmente fueron lanzados a las llamas.
- Colegio del María Auxiliadora de las Salesianas.
- Convento de las Bernardas de Vallecas.
Además de estos se intentaron incendiar otros 12 edificios religiosos, aunque sin éxito. Durante los altercados algunos religiosos fueron agredidos y expulsados de sus templos.
En Málaga la quema de conventos estuvo precedida por un intento de incendio del Palacio del Obispo en 1930 y varios sucesos el mismo día de la proclamación de la República el 14 de abril con el asalto a la sede del diario La Unión Mercantil y un intento de asaltar la Residencia de los Jesuitas y el Seminario al día siguiente.
Cuando llegaron a la ciudad las noticias de los sucesos de Madrid, las masas se echaron a la calle por la noche y comenzaron los asaltos a la Residencia de los Jesuitas y el Palacio del Obispo. Los incidentes se prolongaron durante la madrugada y todo el día 12, cuando se declaró el estado de guerra, que no logró contener a los saqueadores, por lo que se constituyó una Guardia Cívica con militantes republicanos y socialistas y la CNT publicó un manifiesto pacificador.6
Resultaron afectados por incendios: el Palacio Episcopal; las parroquias de la Merced, San Felipe, San Pablo, Mártires, y Sto. Domingo; y los conventos e iglesias Jesuitas, San Agustín, Barcenillas, Ángel, San José, Carmelitas Descalzas, Capuchinas, Hermanas de la Cruz, Maristas, Zamarrilla, Aurora María y Puerto de la Torre.
Igualmente fueron asaltadas y saqueadas las parroquias del Carmen, San Juan , Santiago, Angustias y San Patricio; y los conventos e iglesias de San Manuel, San Lázaro, Catalinas, Reparadoras, San José, Concepción, San Bernardo, Encarnación, Servicio Doméstico,Esperanza, Sagrada Familia, Adoratrices, Mercedarias, Cruz del Molinillo, San Carlos, Terciarias Franciscanas, San Pedro y Santísima Trinidad.
El gobernador militar de Málaga Gómez Caminero envió un telegrama a Azaña con el siguiente contenido: "Ha comenzado el incendio de iglesias. Mañana continuará"
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