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21 de marzo de 2011

¿Falta de sacerdotes?

Ayer fue el día del Seminario.

Los sacerdotes se hacen mayores y faltan nuevos sacerdotes que tomen el relevo. Puede ocurrir en un futuro no muy lejano, que haya dificultad para atender Parroquias, pero principalmente para celebrar Sacramentos, Eucaristía, Reconciliación...

Es un problema de nuestro tiempo.

Tal vez en cierto modo sea bueno que esto suceda. Así muchos cristianos DESPERTARAN cuando vean el problema estallar delante.

Tal vez esto, haga DESPERTAR la conciencia de que la IGLESIA no son sólo los curas y las monjas, sino que SOMOS TODOS LOS BAUTIZADOS.

Tal vez la apostasía final está cerca, y la venida gloriosa de Cristo también.

Sea lo que sea, estoy seguro de mi fe, y seguro de mi Dios. El permite, y saca bienes de los males.

6 comentarios:

Manuel Cantero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manuel Cantero dijo...

Pienso que la FALTA DE SACERDOTES, o de VIDA CONSAGRADA, tiene muchas causas.
1ª.- El egoísmo de los padres que han reducido la familia a una mínima expresión. Un hijo, dos..., o ninguno. [Y no aduzcan motivos económicos, porque despilfarran en muchas cosas].
Si no hay "materia prima" no se puede "manufacturar".
2º.- A menos hijos, más capichosos y más mimados, y menos capacitados para ser jóvenes generosos.
3º.- Servicios "parciales" de ONG's y voluntariados, que "contentan" a muchos y que se pueden "despachar" con unos meses o unos años "generosos", pero sin crear compromiso a la larga.
4º.- Ausencia de actitudes de compromiso y sacrificio. La carencia del roce de hermanos, o de la necesidad de "dividir", "compartir", ceder de lo propio por el beneficio del otro, crea egoístas redomados y en serie.
5º.- La falta de espíritu cristiano en la familia.
6º.- La sociedad del primer mundo tan carente de Dios, tan competitiva, tan consumista, tan autosificiente, tan endiosada.
7º.- El "altavoz" de los medios de comunicación en todo lo que desdore a la Iglesia Católica.
8º.- Los propios defectos de los que formamos la Iglesia (jerarquía y pueblo) [pero eso siempre lo ha habido].
9º.- Las campañas más que evidentes para ir minando bases y "puntos de referencia" que estén más allá del relativismo humano.

¿Cómo pueden salir vocaciones consagradas y comprometidas al servicio de por vida a Dios?

Pepe Aguilar dijo...

Manuel. Yo creo también que Dios estácastigando a su pueblo, aunque nos parezca imposible y es que hemos sido muy soberbios en otros tiempos, y no hemos creido en Dios y en sus obras, mas bien se ha fundamentado demasiado en lo humano y ésto es propio de tiempos de bonanza como los de hace 60 ó 70 años. Solo queda orar para que Dios se apiade de su pueblo.

Manuel Cantero dijo...

Llevo dos días pretendiendo entrar y no puedo.

Hablo en general, y me lo suscita Pepe. Hoy mismo daba yo una charla sobre el PADRE nuestro, una oración distintiva cristana, siempre que no sea un mero "rezar" sino un ORAR: un pensar, profundizar, sacarle el tuétano, con el arma de nuestro corazón filial. De hijos que no hayamos sido "educados" por esa penosa frase: "Niño, no hagas eso, que Dios te va a castigar". ¡Y qué idea se formaría ese niño sobre Dios!
Jesús nos dio el retrato de Dios en la parábola del padre bueno. Ni le cierra la puerta al hijo que se quiere ir, ni le dice una palabra de reproche cuando vuelve hecho un guiñapo. Al revés: "corre hacia el hijo, se le echa al cuello abrazándolo, y lo cubre de besos". Ni un castigo ni una palabra que pudiera herirlo. Acogido como antes de irse: vestido, anillo, sandalias, banquete...
El otro hijo, "el bueno", le ragaña a su padre y le echa en cara... Y la primera palabra del padre hacia él es: "HIJO..." Luego: "Tú siempre estás conmigo". "Todo lo mío es tuyo". No tengo yo que darte el cabrito para tu fiesta de amigos. ¡Cógelo! Pero ha vuelto ESE HERMANO TUYO y lo que hay es que celebrarlo, porque lo habíamos perdido.
Éste es el PADRE del Padrenuestro distintivo. Dios, amor y misericordia, perdón y ternura. [Y nadie coloque una adversativa entre "misericordioso" y "justo" porque sería no saber el sentido bíblico de la JUSTICIA (Santidad y bondad de Dios)].
Si creemos en este PADRE, así, creemos en Dios.
¿Y qué ocurre con las cosas que suceden tan calamitosas? Lo que le ocurre a quien sabe música y tiene ante sí una partitura: que allí debajo hay una melodía. Para quien no sabe música, hay garabatos, manchas negras y rabillos.
Dios es el gran músico, y de cuanto va dando la historia de cada momento (tan manchada de trazos ininteligibles), Él sabe solfear y saca melodía.
Yo creo en ese Dios. No en el otro. Creo en el Dios de Jesús (parábola), que tan claramente expresó Carlos de Foucold cuando oró asó: "PADRE: ME PONGO EN TUS MANOS; HAZ DE MI LO QUE QUIERAS. SEA LO QUE SEA, TE DOY LAS GRACIAS". Un hijo que sólo esperó de Dios el beso del Padre bueno. Ni un atisbo de sospecha de si Dios iba a abusar de su confianza. Porque DIOS ES DIOS, y eso ya lo dice todo.

Javier dijo...

Yo también creo en el Dios amor, Dios perdón y misericordia, pero también creo en el Dios paciencia que espera y abre sus brazos como el padre de la parábola del hijo pródigo. Ahora bien, puede que tengamos que enfocar la realidad, de que cuando el hijo regresa, se le acoge, pero cuando se aleja vive como quiere hasta que debido a su mala vida se da cuenta de lo que HA PERDIDO. En la Iglesia, en mi opinión también podemos estar en una fase similar. Versículo 14: "Cuando todo lo hubo malgastado vino una gran hambre...y comenzó a pasar necesidad". Por eso digo que tal vez sea bueno pasar esa necesidad que tenemos en la Iglesia, para que muchos hijos pródigos despierten, aunque es NECESARIO PASAR LAS CONSECUENCIAS DE ESTE MAL. Y las estamos pasando. Cuando esa persona que se alejó (Muchos católicos no practicantes-ateos prácticos), comienza a pasar esa necesidad espiritual, sin saber como, puede llegar a acercarse a cualquiera que le ofrezca algo (SECTAS). Allí puede darse cuenta al final de que tampoco alivia su necesidad. (Versículo 16). Es entonces cuando decide regresar a donde está su Padre, porque después de EXPERIMENTAR ese hambre y miseria, se da cuenta que en ningún sitio puede estar mejor, y se celebra la fiesta.

Javier dijo...

Con Pepe tengo que darle la razón en que hay que orar, pero pienso que no es la oración de petición a Dios lo único que nos queda. Nos queda algo que hemos tenido siempre a mano. SEGUIR EL EVANGELIO. Sacerdotes que den ejemplo, que despierten de su letargo, que se quiten el aburrimiento, que recobren la ilusión del primer día, que no se miren a si mismos (limitaciones, edad, etc), sino que miren a Jesús y que transmitan a Jesús. Sacerdotes, cada uno según sus dones, pero TODOS EN UN MISMO ESPÍRITU. Todos en la barca de Pedro, remando hacia el mismo objetivo, sacerdotes valientes que se atrevan a corregir fraternalmente a otros hermanos sacerdotes. Y seglares que no se crean meros espectadores pasivos de un teatro, sino que salgan a representar su papel, el que Dios les de con valentía y arrojo. En definitiva, que hace falta ESPABILAR a un pueblo de Dios "dormido". Que no está todo perdido. Que Dios todo lo puede. Que tengamos fe en El. Que seamos fieles al oir su Palabra. La Palabra que también nos habla de infierno eterno y de no bendición para nuestra vida, también hay que presentarla, sin complejos. Hablar del enemigo, también es necesario, para poner en guardia a un pueblo de Dios que se ha dejado llevar por las modas y los modos de un mundo que está tratando de arrinconar a Dios. Pero su Santa Iglesia permanecerá hasta el fin. Esa es la promesa. Y yo la creo.