Allá por el año 1907, en una calle de un
barrio futbolero de Buenos Aires, llamado Almagro, los pibes (chicos)
jugaban sus picados (partiditos) en el empedrado de las calles y en los
terrenos desocupados. La esquina de la calles México y Treinta y Tres
(frente a una iglesia de los curas Salesianos) era el punto de reunión
preferido por ciertos fanáticos del fútbol. Estos muchachos, luego de
conseguir unas camisetas color borravino con puños y cuello blanco, se
lanzaron a desafiar a equipos de otros barrios y de otras cuadras con el
nombre de "Los Forzosos de Almagro".
Después de jugar varios partidos se
comenzó a gestar la idea de tener su propia cancha. Tarea que al
principio parecía realmente imposible por la absoluta falta de apoyo
económico… pero fue un hecho casi trágico el que desencadenó la decisión
y, tal vez, fue Dios quien dirigió los pasos…
Un día los chicos estaban jugando en la
calle mientras el Padre Lorenzo los observaba desde el Oratorio
Salesiano, cuando Juancito Abondanza en la pasión del partido fue a
parar contra un tranvía de la línea 27. El Padre saló inmediatamente y
los encaró y les planteó el peligro de jugar en la calle. Entonces él
les dijo que les cedía los terrenos que tenía dentro de la iglesia y les
fabricaba los arcos para que jugaran allí, siempre y cuando ellos
cumplieran con una condición: debían estudiar el catecismo e ir a misa
los domingos.
Al equipo le iba bien. En esos momentos
el padre Lorenzo Massa, SDB, les hizo saber que el guardaba en un
armario de la capilla un juego de camisetas flamantes, de color azul y
rojo, a bastones verticales y se las obsequió. De esta manera, la divisa
adoptó definitivamente el color y forma que jamás cambiaría. Azul que
simboliza el ideal y rojo que simboliza la lucha.
Llegó el histórico lunes 1º de abril de
1908, los muchachos se reunieron en el aula del Oratorio de San Antonio,
de la calle México 4050, bajo la tutela de los hijos de San Juan Bosco.
Se discutió el nombre del club porque había quienes no le gustaba "Club
Los Forzosos de Almagro". El debate fue largo y surgieron todo tipo de
propuestas: El Centinela de Quito, El Triunfador de Almagro, El
Almagreño, Rio de La Plata, Almagro, El Invencible, Cestos y Canastas,
entre otros. Sin embargo, hubieron quienes sostenían que tenía que
incluir "de Almagro" porque ése era el barrio donde todo había nacido.
Luis Gianella sugirió llamarlo entonces
"Lorenzo Massa" en honor a todo lo que el padre había hecho por ellos,
pero el padre dijo que pecaría de soberbia salvo que sea en honor al
santo y también que recuerde el primer triunfo de las armas patrióticas
conducidas por el General San Martín en el combate de San Lorenzo.
Finalmente se acordó por aclamación el
nombre: "Club Atlético San Lorenzo de Almagro", hoy, uno de los cinco
equipos grandes del fútbol de la Argentina, según la Asociación del
mismo país, por la cantidad de sus hinchas. Uno de ellos, el Papa
Francisco.
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