Los sacerdotes deben ser amables con todos, acogedores, cercanos, porque así era Jesucristo.
Y no sólo los sacerdotes, sino todos los cristianos. Pero si participan del sacerdocio de Cristo de un modo distinto a los laicos, también ellos deben ser los primeros en dar ejemplo. De lo que hagáis vosotros, dependerá mucho el estado de la Iglesia en el futuro.
Enhorabuena, a los que ya lo habéis conseguido y Feliz Navidad.
A los que no, haced propósito en 2014, porque Dios lo quiere así.
A los seminaristas, si no estás convencido de lo que digo, tal vez no estés donde debieras estar.
Paz con vosotros.
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