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26 de marzo de 2013

LUNES SANTO 2013 con EL CAUTIVO Y LA TRINIDAD (1)

Les comento algunas reflexiones y sensaciones de mi personal salida penitencial por las calles de Málaga, acompañando a María Santísima de la Trinidad Coronada, siguiendo a Jesús Cautivo.

Comenzamos el recorrido aproximadamente a las 20:30. Nervios y expectación al inicio.

EL CAPIROTE. La forma cónica elevada hacia arriba, señala el cielo, evoca el destino final de los que son salvados por la fe en Jesucristo. No se decide uno a pasar unas horas con un capirote puesto si no es por una razón concreta. La mejor razón es que el capirote te ayuda, si sales en la procesión con un profundo sentido de ser cristiano, y de amar a Dios y de venerar a su Bendita Madre. Con el capirote nadie te conoce, a menos que hayas avisado antes para que te reconozcan. Allí debajo estás tu y tus Sagrados Titulares. Si durante el camino molesta un poco, lo espiritualizo y le busco el sentido. Procuro no perderme en lo de fuera, sino que trato de mantenerme dentro del capirote, y dentro de la procesión. No siempre es fácil, pero lo importante en todo esto es luchar y no perder de vista que es un acto penitencial lo que haces. A pesar del anonimato, hay una sensación de ser testigo de Cristo en la calle.

LOS NIÑOS. "Dejen a los niños que se acerquen a mi". Hay muchos niños, y ellos se lo pasan bien a su modo. Lo suyo es dar la mano a los nazarenos y pedir cera. Lo mio, no rechazar manos y no dar cera, salvo alguna excepción contada en la que la caridad así lo requería.

LOS PADRES. Los padres llevan a sus hijos a las procesiones, y eso es de alabar en los tiempos que vivimos. Me da igual, cual es la intención al salir de casa. Lo importante es que cuando se encuentren con el Señor o con su Madre, puedan tener alguna experiencia, que más adelante les puede servir. Quién sabe. Una mirada. Un olor. Un color. De todo se vale Dios para hacerse notar.

LOS MUNDANOS. Me causan perplejidad, pero están ahí. No parecen darse cuenta de lo que está pasando, pero están ahí. Ellos también necesitan a Dios, pero a lo mejor no lo saben. Para ellos y por ellos también fue apresado el Cautivo.

LOS DEMONIOS. Ví pocos, pero por ahí estaban también, buscando a quien devorar.

A LOS QUE DEVORAN LOS DEMONIOS. Es una pena que se hayan dejado seducir así por el demonio, pero Cristo pasa. El puede expulsar a los demonios.

De momento aquí lo dejo. Pongo un video.

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