Termino la reflexión iniciada ayer.
PENITENCIA. El cansancio, el peso de la vela después de varias horas, la boca seca, el dolor, la molestia, todo eso sirve si hace para la gloria de Dios. El cristiano no se regodea con el sufrimiento. Sufrir por sufrir es de tontos, pero si se le da sentido cristiano y se ofrece a Dios, te vale para tu santificación. ¿Que palabrita más rara verdad? SANTIFICACIÓN.
FARISEOS. Siguiendo a Jesús Cautivo por las calles de Málaga, puedes llegar a vivir un poco la sensación de lo que pudo sentir El ante las burlas de los fariseos, aquella casta religiosa que se lo tenía tan creído que tenían delante a Dios y no le vieron. Hay algunos fariseos y saduceos por ahí. Todo aquel que pone pegas a la Semana Santa, o que se burla de ella, es un poco fariseo. El que acusa a las cofradías de ser ricas por tener un patrimonio, por el dorado en los tronos, por los enseres, y sin embargo no se miran a si mismos, sus propias vidas, sus derroches, sus propias casas, sus anillos, sus collares, sus coches, sus móviles de última generación, sus esclavitudes varias, sus vicios. En realidad estos, como aquellos fariseos, critican en falso, porque no saben lo que significa aquello que critican.
Por último, y no menos importante.
Dar gracias a Dios por la ocasión de vivir el lunes Santo con mi cofradía del Cautivo y la Trinidad.
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