Hay dos posiciones posibles. O estás dentro o estás fuera. Desde fuera hay quien cree entender y ver todo, sin embargo, yo que he vivido en las dos posiciones, digo que para entender que es lo que significa llevar unas imágenes de Jesús y su Santísima Madre por las calles, hay que vivirlo desde dentro, y para vivirlo desde dentro, tienes que tener fe, aunque sea algo más pequeña que un grano de mostaza. La fe es un don de Dios, y Dios da cosas buenas a todo aquel que se las pide.
Yo he visto, como cada año ocurre, como Cristo ha ido al encuentro de la gente sencilla, de los enfermos. Ha estado en el hospital civil de Málaga, y se les ha llevado un poco de salud, porque Jesús sigue sanando enfermos, y realiza milagros en todo aquel que cree en El.
No ha tenido reparos Jesús en cruzar por en medio de ellos, y como ocurre cuando leemos los evangelios, el paso de Jesús no deja a nadie indiferente. Pero he visto que Jesús no va sólo, sino que va llevado por hijos de Dios. Otra forma de anunciar el Evangelio.
Luego, cuando el Cautivo y su Madre han llegado a la casa Hermandad, y se han cerrado las puertas, desde una posición privilegiada, he podido observar las caras de muchas personas que se agolpaban delante de la puerta, y entonces es cuando me he quedado la sensación de que hay muchos hijos de Dios que son como ovejas sin pastor, y buscan al Buen Pastor. He sentido una especie de compasión hacia ellos, y he sentido que hay mucha gente que acude al Cautivo, y hay otros (iconoclastas, protestantes), que ven en esto otra cosa. Pues yo digo que hoy JESÚS a vuelto a andar por Málaga, y que lo seguirá haciendo.
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