Si alguien dice, lo siento mucho, perdóname, pero no cambia su actitud, realmente no se arrepintió. Y el perdón que pidió no vale.
Si alguien se confiesa sus pecados, pero por dentro no está arrepentido de ellos, no sirve. Aunque te den la absolución, ese pecado no puede ser perdonado, puesto que no hay arrepentimiento, y por tanto falta también el propósito de enmienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario