España necesita una comunión entre todas aquellas personas denominadas "patriotas". No es tiempo de defender unas siglas o ponerse detrás de otra bandera que no sea la bandera de España y la cruz de Cristo. Es imposible defender la unidad de España y la salvación de nuestra Patria divididos en pequeños partidos y facciones. Tampoco hay sitio entre los patriotas españoles para gentuzas, violentos, y demás individuos que por sus comportamientos no cristianos, salvajes y brutos, crean rechazo entre los españoles desencantados por este sistema político corrupto desde la base. No es desde comportamientos violentos desde donde se puede crear la confianza en una nueva España.
Mientras no exista unidad entre los españoles de bien, España no avanzará hacia un futuro mejor.
Si España rechaza la fe católica, se hundirá sin remedio, pero con que haya un pequeño número de españoles honrados que mantegan clavadas y enarboladas sus banderas, España no será destruida por los enemigos de la civilización cristiana.
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