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8 de mayo de 2012

El catolicismo asociado a España (1)

A algunos les molesta asociar a España con el catolicismo. ¿INCLUSO A ALGUNOS CATÓLICOS DE HOY?

Poner una bandera de tu país al lado de una imagen de Jesucristo o la Virgen, les puede chirriar las retinas. Otros hablan de nacionalcatolicismo.

Dice la Wikipedia:
El nacionalcatolicismo es la denominación con la que se conoce una de las señas de identidad ideológica del franquismo, el régimen dictatorial con el que Francisco Franco gobernó España entre 19361975. Su manifestación más visible fue la hegemonía que tenía la Iglesia Católica en todos los aspectos de la vida pública e incluso privada.
Bueno, esto dice la Wikipedia, pero no se quien es el autor de estas palabras porque no lo pone. Así que no se si el que lo escribe pueda ser uno de los otros. ¿Quienes son los otros?

Los que hicieron esto. Los LAICISTAS, ANTI-RELIGIOSOS, ANTI-CATÓLICOS.


Persecución contra la Iglesia Católica durante los sucesos revolucionarios de 1934 en España


Uno de los ataques más violentos que sufrió la Iglesia Católica en España antes de la Guerra Civil y en plena Segunda República, se produjo durante la llamada Revolución de Asturias de Octubre de 1934. En este ataque violento, a diferencia de la anterior quema de conventos de 1931, hubo decenas de religiosos asesinados. Es el comienzo de la denominada Persecución religiosa en España del 1934 al 1937.
Desde el primer ataque violento que sufrió la Iglesia Católica en 1931, se habían producido por parte del gobierno de Azaña diversas medidas laicistas y contrarias a los intereses de los católicos. Se había eliminado la exención fiscal a la Iglesia, se ordenó la retirada de todos los crucifijos de las escuelas y se expulsó a los obispos de Vitoria y Málaga y al Cardenal Segura, expulsado por su pastoral antirrepublicana. También se prohibió a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza. En 1932 se decretó la confiscación de todos los bienes de la Compañía de Jesús y su disolución. Se promulga una ley para la secularización de los cementerios, se disuelve el Tribunal de la Rota y se prohíben las procesiones religiosas. La tensión entre Iglesia y República durante el gobierno de Azaña era cada vez mayor. La población vivía este enfrentamiento también en la calle, y los ataques contra templos católicos se continuaban produciendo durante el transcurso de la Segunda República. En España, que aún era mayoritariamente católica a pesar de las palabras de Azaña, una parte de la población no comprendió la expulsión de los sacerdotes de las escuelas y que muchos pueblos quedaran sin maestros para la docencia. Estas medidas y otras traerían un resultado inesperado para las fuerzas políticas de izquierda republicanas, en las siguientes elecciones generales.

Después de las elecciones generales de 1933, la derecha junto con los partidos de centro obtienen más de dos millones de votos de ventaja frente a la izquierda. Con estos resultados se forma un gobierno de coalición entre el Partido Republicano Radical y la CEDA. Este gobierno no es admitido por las diferentes fuerzas de la izquierda, a pesar del triunfo electoral en las urnas. Para desalojar a este gobierno de centro derecha, la izquierda encabezada principalmente por el PSOE y la UGT, prepara una huelga general con fines golpistas contra la República. El diario Renovación, perteneciente a las juventudes socialistas, publica el 16 de septiembre de 1934:

"¡También los obreros saben manejar las ametralladoras! Los obreros no esperan nada del Palacio Nacional, de las Cortes, de los republicanos. Lo esperan todo de la revolución social, del Partido Socialista".
El diario El Socialista, el 27 de septiembre, publicó:

"¡Atención al disco rojo! El mes que viene podría ser nuestro octubre. Nos aguardan días de prueba, jornadas duras. La responsabilidad del proletariado español y sus cabezas directoras es enorme. Tenemos nuestro ejército a la espera de ser movilizado (...) ".
Durante aquella huelga general, de octubre de 1934, se vivieron episodios violentos que estuvieron al borde de desencadenar una Guerra Civil. Se proclamó el Estado Catalán y se creó un gobierno independiente en Cataluña, presidido por Lluís Companys. En Asturias, unos treinta mil mineros organizados por el socialista Ramón González Peña y el sindicalista Belarmino Tomás, se alzaron en armas contra el gobierno de la República de España y proclamaron la República Socialista Asturiana. Estos acontecimientos y muchos otros obligaron a la aplicación del estado de guerra en diferentes ciudades y provincias de España. Principalmente los focos insurgentes se dieron en Barcelona y en Oviedo, pero los heridos y muertos se contaron también en otras zonas. Casi dos mil muertos entre civiles, insurrectos y fuerzas del orden abatidas en provincias como Madrid, Santander, León, Vizcaya,Zaragoza y así hasta contar 26 provincias. De las cuales, en donde mayor número de bajas se produjeron, fue en las dos citadas anteriormente, Barcelona y Oviedo.

En el transcurso de estos hechos, la violencia anticatólica volvió a resurgir como en mayo de 1931, pero esta vez cometiéndose múltiples asesinatos.

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