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19 de julio de 2013

Cómo encontrar descanso reparador en pocos pasos


Mt 11,28-30: Soy manso y humilde de corazón.
En aquel tiempo, exclamó Jesús:

-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
COMENTARIO:

Mateo, apóstol de Jesucristo escribe su recopilación de hechos y palabras de Jesús, es decir, el Evangelio, hacia el año 80. Hay quien cree que "La iliada" fue escrita por un tal Homero 8 siglos antes de Cristo, y no tienen problema con esto, sin embargo, con tal de negar que Jesucristo es Dios, pondrán en duda la autoría y la autenticidad de las Sagradas Escrituras.

Decía el Señor Jesús que el Evangelio es revelado a la gente sencilla. Ahora, prosigue enseñando el secreto para descargar tu cansancio y tu agobio producido principalmente por las pruebas de la vida, las persecuciones, las incomprensiones, y cosas similares a estas. Jesús se dirige a todos los sencillos de corazón que sientan el peso tan grande que les cueste trabajo seguir caminando por su vida. Te invita a buscar el descanso más reconfortante. Insisto, esto no será comprendido por los sabiondos, por los que creen que ya saben y que están de acuerdo con sus vidas prescindiendo de Dios. El descanso propuesto por Jesús es imposible de encontrarlo fuera de Dios. Es imposible para los que no creen que Jesucristo es el Hijo de Dios. Sin embargo, para todos los que crean que Cristo es Dios, y que es el único Señor y Salvador, que murió por los pecados de muchos y que resucitó, para esos si es posible encontrar el descanso que le permita reparar las fuerzas en el camino de esta vida. 

La clave está en "cargar" con su yugo. El yugo es un artefacto de madera por el cual los bueyes trabajan unidos. Jesús te ofrece el alivio de tus cargas, tu descanso perfecto. Para ello, tienes que quitarte el yugo donde vas unido al diablo y a los pecados de orgullo, autosuficiencia, egoismo, etc, y permitir que El comparta contigo la carga, y que sea Dios quien te dirija por la vida. Eso si, contando siempre con tu voluntad libre.

Si aceptas cargar con su yugo y no con el que te propone el mundo y el demonio, entonces verás que la carga es llevadera y ligera. La otra es insufrible y enormemente pesada.

Se trata por tanto de cargar con el yugo, el cual también consiste en "aprender de Jesús" dos cosas fundamentales. La mansedumbre y la humildad. Hoy en día todo el mundo se enfada por todo, nadie aguanta los errores de otro. El humilde reconoce sus pecados, y también sus virtudes, y como decía Santa Teresa, anda en la Verdad.

"La humildad es la verdad" -Santa Teresa de Avila. El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión mas correcta de la realidad. 

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