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20 de julio de 2013

Si eres cristiano, y quieres hacer el bien, tratarán de eliminarte

Mt 12,14-21: Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta.
En aquel tiempo, los fariseos, al salir, planearon el modo de acabar con Jesús.

Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron.

El los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran.

Así se cumplió lo que dijo el profeta Isaías:

«Mirad a mi siervo,

mi elegido, mi amado, mi predilecto.

Sobre él he puesto mi espíritu

para que anuncie el derecho a las naciones.

No porfiará, no gritará, no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará,

el pabilo vacilante no lo apagará,

hasta implantar el derecho;

en su nombre esperarán las naciones».
COMENTARIO:

Creen los hermanos protestantes, especialmente los "evangélicos", y sectas como los testigos de jehová y otras similares, que los católicos no seguimos la Biblia. La ignorancia les lleva en muchos casos a pensar eso, pues si ellos acudieran "cada día a la Eucaristía", descubrirían que la Biblia está presente en la Santa Misa, especialmente. En cada Misa, leemos una lectura del antiguo testamento, un salmo y una parte de un Evangelio. Los domingos y fiestas se añade una segunda lectura que suele ser de una carta de los Apóstoles. La lectura es continuada. Si ayer vimos el Evangelio según San Mateo y el episodio de las espigas y los fariseos que critican a los Apóstoles (Mt 12), hoy sigue la Iglesia en el capítulo 12 de Mateo.

Los fariseos, celosos del cumplimiento de la Ley, "se pasan de frenada" cuando se ponen a buscar el fallo de los Apóstoles. Y no hay fallo, lo cual Jesús les recriminó de forma inteligente y serena. Les dice mirándoles a la cara que aunque se jactan de ser buenos conocedores de las Escrituras, realmente actúan como si no las conocieran. Jesús les dice que no "han comprendido", y por eso "condenan" a otros de hacer cosas contra la Ley, que realmente no han hecho.

En el pasaje de hoy, que comienza en el versículo 15 del capítulo 12 de San Mateo, vemos como los fariseos están ya muy "quemados". Tanto, que están comenzando a buscar la forma de quitarse de en medio a Jesús, que les molesta porque les descubre la verdad. Jesús sabe que es peligroso exponerse demasiado ante esta amenaza, por lo que comienza a pedir discreción.
 a aquellas personas a las que ha sanado. Concretamente, Mateo cuenta que había sanado posiblemente el  mismo sábado, a un hombre con parálisis en una mano.

La lección que sugiero hoy, es darse cuenta que "los críticos" tratarán de eliminarte si ven amenazado "su reino". Yo creo haber pasado por un trance parecido, cuando en algunos momentos me he visto amenazado y he tenido que soportar a los que no han soportado por ejemplo, mi juventud. A los que han despreciado mis iniciativas por aportar mis talentos en beneficio de todos, tal vez por celos o por envidias. A los fariseos les pasó lo mismo. Ellos eran más amigos del "no" que del "si". De "cerrar" puertas, que de "abrirlas". De todo esto saco la enseñanza que no se puede criticar sin conocer, y que Dios se puede manifestar de muchas maneras, y que no hay que despreciar o cerrar puertas, sino ser acogedores con todos los que traen buena voluntad. Los cristianos debemos amarnos unos a otros como Cristo nos amó. Muchos lo hacen, otros no. A esos, me dirijo, y le pido a Dios que me conceda a mi también esa gracia.

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