Seguidores

28 de noviembre de 2011

Mi vecina del tercero

Mi vecina del tercero es una mujer mayor que vive sola, pero no se resigna a vivir sola. Cuando nos encontramos por el bloque o en la calle nos saludamos muy amablemente ambos. Ella ha destacado a veces mi buena educación. Una vez lo hizo delante de mi esposa, y me piropeó directamente. Bueno, yo no hago nada más que tratar de ser cordial con todos, sobre todo con los más necesitados. Con los soberbios y orgullosos lo soy menos, tengo que reconocerlo. Todo momento es bueno para hacer Apostolado. Por lo tanto, cuando me ha pedido ayuda, como un día que se le había ido la televisión, bajé a su casa a ayudarla sin problema. Me agradeció con mucha amabilidad, y yo le dije: "Que Dios la bendiga".

El otro día me ocurrió algo maravilloso. Coincidimos en el ascensor. Y me vio el crucifijo en el pecho. Lo cogió con sus manos y lo besó varias veces. Otro gesto de persona sencilla, que para mi vale un tesoro, y estoy seguro que Dios, que ve los corazones lo tendrá muy en cuenta en el día final. Mi vecina no parece ir a la Iglesia, pero no sabemos el porqué. Por eso, se que Dios a estas personas también les tendrá en cuenta el bien que hayan hecho en su vida.

El crucifijo es el "medicamento" más eficaz para TODOS nuestros problemas.

No hay comentarios: