La margarina contiene ácidos
grasos parcialmente hidrogenados, los cuales son perjudiciales para la
salud. Las llamadas grasas “trans” de la margarina perjudican el corazón,
mientras que las grasas saturadas (mantequilla), perjudican las arterias y
aumentan el colesterol malo (que queda pegado a las arterias). Al mismo tiempo
reducen el colesterol bueno de nuestro organismo. La denominación “trans” hace
referencia a una configuración bioquímica de la molécula de grasa. En la
hidrogenación parcial de los ácidos grasos de la margarina se produce un cambio
bioquímico potencialmente devastadores para la salud, con el aumento del colesterol
malo, y las pequeñas partículas de colesterol se pegan a los vasos sanguíneos y
reducen el colesterol bueno. Los ácidos grasos trans aumentan los
triglicéridos, lo cual multiplica el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Además estos acidos grasos de la margarina (trans), aumentan las
concentraciones en la sangre de sustancias como la proteína C-reactiva,
indicadoras de una inflamación en todo el cuerpo y de disfución celular,
vinculadas a problemas de corazón y de los vasos sanguíneos. Además estas
grasas trans pueden interferir en el metabolismo de los ácidos grasos
esenciales que consumimos, los Omega-3 que son buenos, y una alteración de las
protecciones del cuerpo contra los coágulos de sangre. El consumo elevado de
grasas trans puede provocar resistencia a la insulina. Pueden aumentar el
riesgo de algunos cánceres, como el cáncer de mama.
Estos ácidos grasos trans,
que se encuentran no sólo en la margarina, sino en otros alimentos
industrializados sometidos a hidrogenación o al horneado, como los pasteles, bollería
industrial, en comidas rápidas, alimentos procesados y fritos, patatas fritas,
bases de pizza también se encuentran en pequeñas cantidades en la leche y la
grasa corporal de los rumiantes.
El proceso de
hidrogenación de estas grasas en con fines de conseguir un estado sólido de las
mismas y así poderlas usar en distintos alimentos, como ocurre con el aceite
vegetal con el que se fabrica la margarina, y darles la frescura, la textura y
la estabilidad que vemos cuando abrimos el envase.
En Estados Unidos están
prohibidos estos ácidos grasos en los restaurantes de California, desde 2008, y
desde 2011 están prohibidos su uso en la repostería, rosquillas, etc.
Fuentes: El
país.com ; es.Wikipedia.org ;
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