La comunidad cristiana debe abrirse al Señor, a la alegría, al testimonio positivo. Si una comunidad no es libre, no es creyente de verdad, se encierra en sí misma y queda dominada por dinámicas negativas, subrayó el Papa Francisco en su homilía en Santa Marta, en presencia de un grupo de empleados vaticanos.
Su vida comunitaria para defender la verdad - pues creen que defienden la verdad -- es la calumnia, el chisme... son comunidades chismosas, hablan en contra, destruyen al otro... por el contrario la comunidad libre, con la libertad de Dios y del Espíritu Santo seguía adelante, aún en las persecuciones. Y la palabra del Señor se difundía en toda la región. Es propio de la comunidad del Señor, difundirse e ir hacia delante.
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