Ojeando el libro "Ilustrisimnos señores" de Albino Luciani, encuentro un texto escrito por el en 1974, antes de ser Papa. Este texto me cofirma algo que me parece fundamental entender todos aquellos que se dedican en la Iglesia a la catequesis. Les pongo un fragmento de la página 275 del libro, y marco en amarillo frases que para mi son oro puro.
Estas palabras se refieren fundamentalmente a que la forma de comportarse de una catequista es lo más importante, y hablo en femenino por que en mis casi 9 años en esta segunda etapa en la Iglesia Católica, en casi todos los lugares que he visto, hay más mujeres catequistas que hombres. Me refiero especialmente a las catequesis de primera comunión, las cuales opino que a tenor de los pobres resultados posteriores, en los que la mayoría abandonan la Iglesia y los sacramentos, deberían obligar a una permanente reflexión de los motivos, y yo afirmo que en las palabras de Albino Luciani que he citado, están algunas de las claves. "Muchas veces tratamos de inventar la rueda, y resulta que ya estaba inventada."
Lo importante del/la catequista no es la sabiduría que tenga o los textos que utiliza para enseñar, sino si de verdad es capaz de transmitir la veracidad y la vivencia de lo que enseña. De poco sirve enseñar a un niño una lección, si esta se queda en letra muerta sin vivencia, sin demostración del Espíritu Santo. Y sobre todo la conducta del/la catequista, es fundamental. Y lo que los niños no vean, no lo asimilaran por la memoria.
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