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1 de septiembre de 2013

Arroz en la boda, no para comer, sino para tirar al suelo y pisotearlo

El día que Ana Mari y yo nos casamos, y lo digo con satisfacción, prohibimos terminantemente que se le ocurriera a alguien tirarnos encima un grano de arroz. Me parece una costumbre absolutamente patética a la vez que pagana, y que nada tiene que ver con la fe cristiana, ni con ser discípulos de Jesús. Es más, me parece un auténtico despropósito, porque no se trata de unos cuantos granitos de arroz que se tiran al suelo, sino en kilos y kilos y kilos diarios, de arroz, es decir, comida, es decir, que mientras hay quien pasa hambre en el mundo, van otros y se permiten el lujo de tirar la comida al suelo para celebrar una boda. ¿Es que el hombre es idiota? ¿O es que no tiene entrañas? Vamos hombre, a ver si se te ocurre llevarte un kilo de arroz a la próxima boda que vallas, y luego vas y vuelves por aquí y le miras a los ojos a estos niños de la foto. ¿No te da vergüenza? ¡Paganos, más que paganos!, y eso después de haber celebrado un Sacramento. Y cómplices quien lo permite en la puerta de una Parroquia.

El tema de tirar arroz es una tradición humana muy antigua,  símbolo de la fecundidad o de la fertilidad. De ahí que se desprende la creencia de que el arroz significa el deseo de buena suerte para los nuevos esposos. Esta tradición simboliza la fertilidad que se les desea a los esposos. Antiguamente se le tiraba a los novios granos de todo tipo lo cual significaba el deseo de de buena suerte, de prosperidad y especialmente fertilidad para los años por venir. (peor me lo ponen).
¿No es esto un poco de superstición también? Y la superstición está condenada por la Iglesia. Y eso para los creyentes, porque el que no sabe siquiera lo que es un Sacramento, lo único que hace al tirar arroz es solamente tirar comida al suelo, para ser arrojada luego a la basura. Lisa y llanamente. Ahora vas y sigues tirando arroz a los novios.



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