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31 de mayo de 2007

milagros, una prueba mas para la Iglesia Católica


37,13. Los milagros de hoy día son una prueba a favor de la Iglesia Católica.

El Concilio Vaticano I[467] afirma tres cosas de los milagros:
a) que son posibles, b) que pueden ser conocidos con certeza, c) que con ellos se prueba legítimamente el origen divino de la Religión Cristiana.

Desde 1882 funciona en Lourdes una Oficina de Comprobaciones Médicas.

Hasta 1955 habían desfilado por esta Oficina 32.663 médicos. Esta Oficina acepta la inscripción de todo médico que lo solicite, cualesquiera que sean sus creencias religiosas, nacionalidad, etc. De hecho los ha habido católicos, protestantes, judíos, hindúes, y hasta ateos racionalistas. En miles de casos han declarado que la curación fue inexplicable desde el punto de vista médico. El enfermo fue examinado por los médicos antes y después de la curación. La existencia de la enfermedad tiene que constar antes de la curación con pruebas clínicas: radiografías, biopsias, encefalogramas, análisis bacteriales, etc., según lo demande la naturaleza de la enfermedad.
Quedan excluidas de antemano todas las enfermedades que sean puramente nerviosas. Tiene que tratarse de enfermedades orgánicas, no puramente funcionales. La curación debe ser científicamente inexplicable, por no haberse aplicado tratamiento adecuado, instantánea y duradera. Se somete al enfermo a observación durante un año.

Sólo entonces la Oficina de Comprobación afirma que la curación es inexplicable, científicamente hablando.

Hasta 1954 habían pasado por Lourdes más de un millón de enfermos. En los archivos de la Oficina Médica de Lourdes hay 3.184 expedientes de curaciones inexplicables por la Medicina. De éstos la comisión eclesiástica en 19 años de trabajo sólo ha aceptado cincuenta y cuatro casos como auténticos milagros.

No es que los demás no sean milagros. Es que la Iglesia es rigurosísima antes de declarar un hecho como milagroso, y un hecho milagroso auténtico puede no ser reconocido como tal por la Iglesia por falta de algún requisito. Dios no hace milagros para que sean comprobados científicamente, sino como respuesta a la oración de las personas que se lo piden con fe, aunque falten requisitos para una comprobación científica. El rigor de la Iglesia en aceptar hechos milagrosos nos debe dar confianza en los casos que la Iglesia acepta como milagros.
Es famoso el caso de la enferma Marie Bayllie Ferrant, que fue examinada por Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina. Él mismo cuenta el caso en su libro Viaje a Lourdes. Acompañaba por curiosidad una peregrinación de enfermos a Lourdes. Era escéptico. Entre los enfermos escogió a Marie Bayllie por parecerle que era el caso más desesperado. Llegó a decir: Si esta enferma se cura, sería un milagro verdadero. Entonces yo creería. La enferma tenía peritonitis tuberculosa en último grado. Él mismo la había desahuciado como un caso perdido. Sin embargo en Lourdes, ante los ojos atónitos de Alexis Carrel, aquel abdomen voluminoso descendió instantáneamente a su volumen normal. Él examinó a la enferma y la encontró curada. Cumplió su palabra. Se convirtió al catolicismo, y murió católico[468]

El doctor Leuret, Jefe de la Oficina Médica de Lourdes ha publicado un libro, traducido al español por la Editorial FAX titulado Curaciones milagrosas modernas, donde se narran varios casos con los nombres de los enfermos, reproducciones de las radiografías, etc., y las firmas de los médicos que certifican las curaciones inexplicables desde el punto de vista científico.

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