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8 de enero de 2012

La guerra de Irán, próximamente en sus pantallas...

En años pasados hemos tenido muchas guerras. En siglos pasados los hombres han peleado entre sí, en muchas guerras. ¿Y de donde vienen las guerras? ¿Cual es su causa principal?


El Apostol Santiago da respuesta a este interrogante ya en el siglo I de la era cristiana, en su carta dirigida a los cristianos de entonces, presente en el Nuevo Testamento gracias a que la Iglesia Católica la puso en la Biblia. Es pues palabra inspirada por Dios. De esa palabra me fío yo.


4,1 ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros?
4,2 ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís.
4,3 Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones.
4,4 ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.

Las pasiones. Ay las pasiones, que son capaces de llevar al hombre incluso a asesinar a otro hombre, comno le ocurrió a Caín, que por sus pasiones mató a su propio hermano Abel. En Cristo el mundo ha sido reconciliado con Dios por medio de la cruz, pero para el hombre que no acepta el Evangelio, no hay reconciliación posible, de modo que siguen luchando y contendiendo. Y en el fondo de todo, está la codicia humana y el pecado de la envidia. Irán como otros países árabes no soporta a su vecino Israel. En su mente, desde hace años, un propósito, al decir su líder en 2005 la siguiente frase:

ISRAEL DEBE SER BORRADO DEL MAPA
Aquí pueden leer la noticia.







Ahora en 2012, una vez pasada la guerra de Irak, la de Libia, etc, tal vez toque IRÁN. Que la misma palabra da miedo, porque recuerda a IRA, uno de los pecados capitales.


Estados Unidos ya ha mandado 9.000 soldados a Israel. Si es cierto que Irán posee capacidad nuclear, nos encontramos ante algo diferente. Algo que puede desembocar en algo gordo. De momento se están colocando las piezas en el tablero. La primera provocación de esta posible guerra, es la amenaza de Irán sobre Israel. No se equivoquen. Esta no es una guerra por creencias religiosas. Hay un trasfondo. El odio, la ira, las pasiones, que llevan a los hombres a cometer estas monstruosidades. El hombre que se vuelve insensible sin Dios, hasta el punto de tirar una bomba atómica o dos sobre una población inocente, como ocurrió en 1945. A la destrucción total está destinado el hombre que vive de espaldas a Dios. Y como dice el Apostol, son ¡adúlteros!, todos los que comulgan con el mundo y sus pasiones.

El catecismo de la Iglesia Católica habla de que la guerra es el último recurso agotado todo, y existe el derecho a la legítima defensa ante una amenaza de tales proporciones. No harían falta guerras si los hombres escucharan la voz de Dios en su interior, pero muchos oyen a Satanás, y por eso existen estos conflictos. Pero Cristo dijo, y así lo reflejan algunos evangelistas, que: "No tengamos los creyentes miedo cuando veamos las guerras y contiendas entre los hombres, porque esto tiene antes que suceder, pero el fin no será inmediatamente. La Iglesia tiene que padecer en el fin del tiempo, una persecución como nunca la ha conocido. Ya vivimos una época donde la Apostasía está muy avanzada. Israel es clave, porque según el Magisterio de la Iglesia, un signo de la Parusía de nuestro Señor es la conversión de Israel. Y yo me pregunto, ¿cómo y por donde vendrá este hecho? ¿Tal vez a consecuencia de una guerra?

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