Vivencia en el día de la Epifanía

Fuente: foromalaguistas.com

Día de la Epifanía. Unos jóvenes pasan por delante del Sagrario, pero no saben que allí está presente el Señor. Yo los miro, pero no me molesta que pasen así por delante, sin siquiera mirar al Sagrario. Soy consciente de que no saben lo que hacen. No han recibido la formación adecuada al respecto. Estoy seguro. También pasan otras personas. Estoy en la Parroquia de San Pablo.

Observo un gran número de personas delante de las imágenes de Jesús Cautivo y de María nuestra Madre. Todas las edades. Hay algún niño. Veo personas como en actitud de oración, diría que hablan interiormente con Jesús, y me imagino que le piden algo, porque están preocupados o tristes. Puede que alguno también esté dando gracias a Dios por algún favor recibido. Yo me imagino que es así.

El Párroco está hablando, estamos en la homilía. Pero ellos están allí delante. Pero no pasa nada. A mi no me molesta. He visto algo pequeño, algo sencillo y simple, pero he imaginado que está hecho con mucho cariño y devoción, y es algo a valorar. El amor está por encima de todo. Dios quiere amor. Dios es amor.

Finaliza la Misa. Una niña pequeña se acerca por la zona del Sagrario donde estoy yo sentado. Se queda parada delante, me mira, la miro, la sonrío...

Me siento en paz.