El capítulo 18 del libro de los Hechos de los Apóstoles, está dedicado en su primera parte a la fundación de la iglesia local de Corinto.
La verdad es que me fascina mucho la figura del Apóstol Pablo. En la carta a los Romanos afirma que no siempre le sale hacer el bien que pretende, sino que a veces hace el mal que no quiere. Reconocimiento de una persona con carácter, que a veces se deja llevar por el impulso, y así el mismo lo viene a reconocer. Ahí está la grandeza. Seguramente Pablo fue purificando ese carácter con el paso de los años, pero ese tampoco es el punto. El punto para mi radica en que Pablo siempre fue hacia delante, buscando nuevos caminos para cumplir su tarea, la cual no le había sido encargada por hombre alguno, sino por el mismo Jesús, que es más que un hombre. Es Dios.
Yo te pido hoy Señor, que me concedas la virtud de la paciencia, frente al vicio de la ira que a veces me puede dominar. Pretendo hacer el bien y a veces me sale un mal, pero tu conoces mis intenciones. Con eso me basta, Señor.
1 comentario:
y si nos fijamos en su boca esta dialogando contigo, es una imagen que invita a hablar con Jesus y mirarle a los ojos.
Sus devotos sabemos lo que esto significa.
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