Tallarse es algo así como medir la estatura, ¿verdad?. Yo nunca he sacado tronos, así que no se muy bien la jerga. Esto de tallarse me recuerda a cuando hace unos años vi en la Palabra de Dios, y puedo seguir viendo si la busco. Y cada día puedo maravillarme, porque la Palabra de Dios es para mi como el que mira un mapa para orientarse en el camino.
La estatura es importante, y resulta clave para portar un trono. Conozco a una persona que no puede sacar un trono por no llegar al varal con el hombro, sin embargo, eleva el corazón y con el Alma lleva ese trono, porque esta persona desea sobre todas las cosas vivir la vida de Dios, amar a Jesús, guiarse por su Palabra, cumplir los mandamientos, seguir a Jesús, y entonces con eso suple la falta de estatura física. ¿Te imaginas querer sacar un trono, y no poder llegar al varal con el hombro? Te lo pongo más difícil: ¿Te imaginas haber sacado un trono, y que al año siguiente no pudieras por no llegar a tocar con el hombro el varal por falta de estatura?
Si tallarse es medirse la estatura, la medida de mi estatura como cristiano bautizado es MI CONOCIMIENTO/TU CONOCIMIENTO de la persona, cuya imagen llevo/llevas sobre los hombros, o tal vez en algún otro punto de una procesión. Esto no lo digo yo, sino que lo dice la Palabra de Dios en Efesios 4,13, por eso estoy seguro de lo que digo.
Se acerca la procesión, es tu hora de TALLARTE, saques o no saques el trono.
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