Ayer, en la Misa que cada mes realiza nuestra Cofradía del "Cautivo" en la Parroquia de San Pablo, nuestro hermano, el sacerdote D. Manuel Arteaga, dijo entre otras cosas, que "DEBÍAMOS SER TESTIGOS DE JESUCRISTO RESUCITADO".
Ser testigo, es anunciar a todos el Evangelio de Jesucristo. Decirle a todos la buena noticia, de que CRISTO ha resucitado. ¿Tu la has visto? Me preguntará alguno. Y yo contesto. POR SUPUESTO QUE NO LO HE VISTO. Eso no tiene ningún mérito. Es demasiado fácil. "Dichosos los que creen si haber visto", y bendita sea tu boca, Señor que pronunció estas palabras, y me las pones en este momento en el corazón sin tener que acudir a ningún libro. Sólo yo, y tu Espíritu Santo que me ilumina y me guía. Veo a la imagen del "Cautivo" y esa me recuerda al Señor, y me ayuda a hablar con Dios, pero, ¿verle?. Por supuesto que no le he visto. Faltaría más. ¿Quién soy yo para que el Señor se me aparezca a mi? Escucho su Palabra, y se que es LA VERDAD. Jesucristo es la VERDAD.
¡YO CREO!. Que es mucho mejor. Es más meritorio, más valioso. Más difícil.
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