En 1936 existía en España una enorme persecución de la Iglesia en España, la cual supuso miles de mártires, religiosas, sacerdotes, y laicos, fueron asesinados simplemente por tener fe en Dios, y ser católicos. Este hecho es histórico, e incuestionable.
El 18 de Julio se inició la guerra civil española. Es muy triste que existiera este hecho, pero finalmente no se pudo evitar.
Lo mismo le ocurrió a Israel en Refidín, donde fueron atacados por Amalec.
Las guerras sólo son justas cuando se trata de la defensa legítima y no hay más solución (CIC 2309). La doctrina de la Iglesia es muy clara al respecto, cuando dice que la paz no es simplemente ausencia de guerra (CIC 2304).
El pueblo de Israel fue puesto en peligro por Amalec, y Moisés en seguida mandó a los suyos al combate para defenderse. Tras dar instrucciones a Josué, fueron a combatir contra Amalec, pero los enemigos de Dios tienen una forma, y los amigos de Dios otra.
La diferencia es que Moisés levantaba las manos con el cayado de Dios. Mientras Moisés mantenía los brazos levantados, Israel ganaba, pero cuando los bajaba, ganaban los enemigos de Israel. Tenemos ahí una clara alusión a la necesidad de rezar del cristiano para vencer batallas, y funciona mientras nos mantenemos constantes. Para ayudarse a mantenerse firme, Moisés era ayudado por Aaron y Jur que le sostenían las manos, en clara alusión a que si otro me sostiene a mi con su oración, hay más posibilidades de vencer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario